Había quedado en shock luego de que saqué a gritos a Mark de mi casa, aún no podía creer lo que me había dicho. Por supuesto, hoy en día no seré la mejor compañía para un niño pero antes de perder a Charlie creo que fui una buena madre y cuidé de ella a la perfección, solo que fue el maldito bastardo de James quien me la arrebató.
Me senté en mi sillón aún sin poder creer que le había gritado a mi jefe, no sabía como haría para mirarlo a los ojos al día siguiente en la oficina pero no iba a dejar que me pasara por encima y atacara, no me conoce y no tiene derecho a decir nada sobre mí. De todos modos, creo que yo en su lugar hubiera estado en el mismo estado que él porque sé de sobra lo que se siente perder a un hijo y de verdad.
Pensé que la niña no correría peligro, la mujer parecía amable y bastante buena, a decir verdad, jamás hubiera pesando que podría ser una enferma mental, y en tal caso, aunque no tolere estar mucho tiempo con un niño de haberlo sabido la habría cuidado yo y cancelado mi salida sin problema alguno.
Pasé el resto de la tarde algo atontada y preocupada por la niña ya que no iba a tener noticias. No me sentía para nada bien, Mark había tocado mi botón sensible, ese que hacía que recordara mi pérdida y lograba deprimirme. Estaba recostada en el sillón con una taza de té en la mano cuando tocaron el timbre, no tenía ánimo para recibir a nadie.
-¿Mel?- No entendía que hacía un domingo en mi casa.
-No me digas que te has olvidado.
-¡El acto!¡Oh Mel, lo siento!
-Sabía que te olvidarías o no irías por tu cuenta por eso vine a buscarte.
-Mel...no me siento muy bien. ¿Es muy necesario que vaya?
-Me lo prometiste Lexie.- Odiaba que mi mejor amiga se pusiera triste por mi culpa y si para hacerla feliz debía ir a ese odioso acto sintiéndome realmente mal lo haría.
-De acuerdo, está bien.
-¡Gracias! Ahora andando, parece que te ha pasado un camión por encima. Yo te ayudo a arreglarte.
Deje que mi amiga hiciera conmigo lo que quería, realmente no tenía fuerza para nada.
-Lexie...llevo observándote hace media hora y lo único que haces es mirar a la nada ¿qué es lo que ocurre?
-Lo siento Mel.
-¿No vas a decirme?
-Un problema con la hija del jefe.
-¿Qué ocurrió esta vez?
-Tuve que cuidar a la niña, logré hacerlo bastante bien y no tuve muchos problemas pero la vino a buscar una mujer que dijo ser su tía, parecía honesta y estaba bien vestida por lo que después de asegurarme varias veces que ella se la llevaría en vez de la madre de Mark decidí dejársela y no fue por el hecho de querer sacármela de encima como un paquete.
-Y si todo salió bien no veo el problema...
-Bueno, cuando estábamos en el bar y te dejé con Jack yo fui a bailar con Frank hasta que llegó mi jefe para interrumpirnos.
-¿Pero si estaban bailando por qué interrumpió?
-No sé Mel, ya tenía bastantes copas encima sólo sé que el momento fue tenso y luego desperté acá en casa con él en mi cocina.
-¿¡Qué!?¿¡Lo hiciste con el jefe!?
-¡Melissa!¡Claro que no! Pero al parecer estuvo pendiente de mí.
-Ya veo...pero sigo sin ver el problema, donde está el desastre en todo esto.
-Resulta que al levantarme y verlo en mi cocina me sorprendí ya que no recordaba nada de la noche pasada pero el estaba hecho una furia.
-¿Y por qué estaba así?
-Porque resulta que la mujer que vino a buscar a la niña si era su hermana pero lo que no sabía era que debería estar en el psiquiátrico porque es una enferma mental.
-Si que es un problema Lex....- Dijo acariciando mi hombro- Pero no tuviste la culpa, no podías saberlo.
-Es lo mismo que le dije yo.
-¿Y luego que pasó?
-Dijo que jamás podría cuidar de un niño y fue la gota que rebalsó el vaso, lo saqué a gritos de la casa.
-Bien hecho, si será idiota como va a decirte eso, ¿trajo los malos recuerdos?
-Sí...
-Ya veo por qué estas así entonces.
Reprimí las fuertes ganas de llorar, me había prometido no volver a hacerlo.
-Basta Lexie, si necesitas soltarlo hazlo deja de hacerte la fuerte. Las cosas cambian, las personas cambian, los sentimientos cambian, pero los recuerdos siempre serán los mismos. Cada vez que necesites soltarlos hazlo.
Con esas simples palabras exploté y rompí en llantos. Lloré de frustración, de tristeza, enojo, amargura. Necesitaba soltarlo todo.
Melissa dejó que me desahogara hasta que ya no habían más lágrimas para derramar y se acercó a mí. Me dio un abrazo de los que solo ella sabe dar y dijo:
-¿Mejor?- Sólo pude asentir- Hazlo siempre que sea necesario. Te quiero con mi vida ¿lo sabes?
-Y yo a ti. Gracias.
-Nada que agradecer.- Dijo moviendo su mano como restándole importancia.- Ahora vamos a maquillarte que no llegaremos.
Nos apresuramos con el maquillaje ocultando mis ojos rojos e hinchados por haber llorado. Para cuando llegamos, la escuela era un mar de gente, niños y padres por donde caminara. Mel me apartó un lugar no muy al fondo para que estuviera tranquila y a la vez pudiera observar la obra.
Yo tomé lugar en mi asiento y Mel fue en busca de sus alumnos para verificar que todo estuviera bien y poder dirigir unas palabras.
Al cabo de unos minutos las luces se apagaron y sólo el escenario quedó iluminado. Luego de que la directora hablara fue el turno de mi amiga.
-Buenas tardes, familiares y alumnos, es un placer tenerlos acá. Es la primera vez que organizo un acto con este maravilloso grupo de niños. Al principio fue una simple idea a futuro, luego al acercarse la fecha del día del padre tomé conciencia que sería bueno que los chicos se dieran cuenta de lo importante que son nuestros padres, tanto si están presentes como si no lo están. El valor de poner a la familia primero ante todo. Recientemente, mi mejor amiga y hermana, tuvo una gran pérdida que me hizo replantearme la importancia que le doy a mi familia. Esta obra está dedicada a ti amiga. Muchas gracias a todos, que lo disfruten.
Y con ese simple discurso las lágrimas volvieron a brotar, mi hija nunca había estado tan presente en un día. El dolor se hacía cada vez más punzante en mi pecho y deseaba con toda mi alma que cesara aunque sea un poco.
El acto comenzó y me sorprendí al ver que la protagonista era nada mas ni nada menos que Isabel, la hija de Mark, lo que significaba que era alumna de Mel y su padre debería estar aquí. Me alegró saber que la niña estaba bien y que nada malo había ocurrido.
Según lo que entendí ella hacía de mí cuidando de Charlotte, hasta que un día se pierde en el bosque y la madre con ayuda de los otros niños lograba encontrar a su amada hija. Derramé varias lágrimas a lo largo de la obra, sé que mi final no fue el mismo que el que planeó Mel pero según ella mi historia no está terminada y la muerte de mi hija no es el final de nada.
Al salir abracé fuertemente a mi amiga, ella es mi familia y la única persona que ha permanecido a mi lado a donde fuera. Ella correspondió a mi abrazo hasta que Isabel nos interrumpió, me extrañó que no estuviera acompañada por su padre; inspeccioné rápidamente el lugar hasta que lo pude ver escondido, asomándose detrás de una pared. Será idiota, parece un niño pequeño que no quiere ser descubierto por sus padres. Lo ignoré y respondí a lo que la niña decía. Para cuando se fue decidimos hacer una cena en casa para celebrar el éxito de la obra, invitamos también a Jack pero no a Frank decidimos evitar un problema o una situación tensa después de lo ocurrido la noche anterior.
Pasamos una muy linda noche que necesitaba luego de todo el estrés por el que había pasado, me ayudaron a limpiar y yo fui directa a la cama una vez que se fueron. En vez de ser un fin de semana de relajación por la ajetreada semana de trabajo fue todo un caos.
A la mañana siguiente me levanté con la esperanza de que fuera una semana mucho más tranquila. Al llegar a la oficina Mark ya estaba allí, cuando vió que entré bajó la mirada evitando el contacto conmigo. De acuerdo, si así quiere que sean las cosas así serán. El día en la empresa pasó rápido afortunadamente, lo único que quería era salir y llegar a casa para cambiarme de ropa e ir a correr, una de las pocas cosas que hace que pueda apagar mi mente.
Salí lo más rápido que pude, tomé un té en mi casa, me cambié y preparé la lista de reproducción en mi iPod. Estiré las piernas en la puerta y comencé a trotar. Luego de unos diez minutos comencé a aumentar la velocidad y decidí probar entrar en un parque. Iba tan concentrada en la música que sin querer choqué con una mujer, ambas caímos al suelo. La ayudé a levantarse, ya que yo había caído sobre ella y cuando iba a disculparme la mujer se volteó. La sorpresa me la llevé yo al ver que era mi madre.
-Ahora eres una ataca madres.
-¿Mamá?¿Qué haces aquí?- Sin esperar respuesta me lancé a sus brazos, necesitaba ese calor único, esa sensación de protección que sólo ella otorga.
-Yo también te extrañé cariño.- Dijo acariciando mi cabello.- Mel llamó a casa, no la retes, estaba preocupada porque te veía muy triste, tu padre no se sentía bien para viajar y decidí venir yo sola.
-Estoy tan contenta de que estés aquí.
-Me alegro Lex, vamos por un café y me pones al tanto de las cosas.
-Vamos, conozco un lugar cerca de casa.
Llevé a mi mamá a la cafetería y le comenté todo lo que había ocurrido en las últimas semanas. El cambio de trabajo, la tensa relación con Mark, lo raro que se había vuelto Frank y cómo Mel y Jack me apoyaron este tiempo. Ella por su parte me comentó que las cosas en casa iban bien sólo que mi padre estaba un poco delicado de salud pero que por ahora no debía alarmame.
Cuando ya estaba oscureciendo, me dijo que se quedaría en un hotel a lo que me negué rotundamente pero ella como la madre mandona que es no lo aceptó, poniendo de excusa que ya estaba todo pago. La acompañe a su hotel para poder aprovechar la caminata y mostrarle los locales que podrían servirle.
El resto de la semana fue más de lo mismo ignorar a Mark, números y números, por la tarde tomar el té con mi madre y mostrarle la ciudad, en la noche a veces veía a Mel o Jack y en algún momento del almuerzo lograba hablar con Frank, sin tocar el tema del fin de semana.
El viernes había llegado y daba gracias a Dios por no tener que ver a Mark aunque sea por dos días y relajarme, dejar de lado toda la tensión que me traía. Estaba estresada de tener que estar cuidándome todo el tiempo de mostrar esa apariencia seria y enojada; lo único que pedía era que pidiera perdón y poder continuar como veníamos haciéndolo normalmente, ya me aburría tener que hacer todo el trabajo sola y tener que consultarle todo al viejo Turner, como lo había apodado en secreto.
Tomé mi bolso y abrigo y me dirigí hasta los ascensores, Mark se encontraba dentro, la verdad ya no me importaba que estuviera ahí eran solo unos pisos y no tenía por qué dirigirle la palabra. Estaba a punto de entrar hasta que al verme oprimió el botón para cerrar las puertas dejándome fuera.
Lo fulminé con la mirada mientras veía como las puertas se cerraban y lanzando una lista de insultos bajé por las escaleras.
La gente en la calle me miraba por lo enojada que estaba, no les presté atención hasta que al llegar a la esquina de la empresa un hombre me empujó contra una pared dejándome sin salida.
-¿James?¿Qué demonios estás haciendo?
-Es bueno verte Lex.- Dijo con una sonrisa irónica, tomándome de ambos brazos
-¡Suéltame ya!
-Esta es la única manera para que no te me escapes como hiciste el otro día.
-Estabas con la zorra de tu mujer, ¿qué querías que hiciera?¿que los alcanzara y dijera: Oh hola linda, tu eres la causante de la destrucción de mi matrimonio y la causante de que mi ex marido matara a mi hija para ir a tu casa?
-Ya deja de decir eso, no fue la culpa de nadie.
-Claro que sí, maldito seas James. Sabes que es así, no me trates de idiota, pero ya no quiero hablar más de esto.
-De todos modos, se ve que tú también rehiciste tu vida, te vi con una niña de la mano, el hombre debe estar agradecido de que te ocupes de su hija, ¿qué otros servicios le haces?
-Deja de decir estupideces, es la hija de mi jefe. ¿A qué viniste James?
-En pocos días es el cumple de Charlie.
-Eso ya lo sé, pero que extraño ¡Ella ya no está!
-Ya cállate, eres insoportable, no sé cómo pude estar a tu lado por tantos años. Ya sé que no está.
-¿Y entonces a qué viniste? Si sabes que no está que sentido tiene recordar su cumpleaños.
-Quería saber que tal lo estabas llevando.
-No seas hipócrita James, si viniste para eso te aviso que estoy bien ahora ya puedes volver a tu casa con la zorra de tu mujer y dejarme en paz.- Me agarró fuerte del brazo y apretando su agarre dijo:
-Nunca más la llames zorra ¿escuchaste?
-¡Suéltame!¡Me lastimas!
-No lo haré. No voy a soltarte, vine por ti y me quedaré por ti, me iré cuando tenga ganas. ¿Entendido?
Rezaba para aunque sea alguna de las personas se parara y me ayudara pero ninguno lo hizo, hasta que después de tanto forcejear apareció la última persona que esperaba que podría ayudarme. Mark.
-Suéltala.- Dijo en un tono tranquilo pero demostrando la dureza en su voz.
-¿Y tú quién eres?
-Su jefe.
-No me hagas reír, vete.
-No me iré hasta que la sueltes.
-Ve Mark, no te preocupes.- Temía que la situación se volviera peor y no quería que saliera lastimado, sabía de sobra como podía reaccionar James.
-Dije que no me iré Lexie. Suéltala ya.
-Ella es mi mujer, haré con ella lo que quiera. Tú limítate a ordenarle algo a ella en la empresa.- Dijo con tono de burla.
-Lamento decepcionarte pero que yo sepa no es nada tuyo, ella es mi mujer.- La cara de James se desfiguró completamente y pasó por todos los colores, de haber tenido un espejo creo que la mía también. Vi la rabia contenida en sus ojos, aflojó su agarre y dijo:
-Te salvas por ahora, al parecer tenías razón estás bastante bien llevando lo de Charlie y creo que tienes un erróneo concepto de zorra porque se aplica más a ti.- Frustrada por haber tenido que soportar toda su agresión verbal le di una cachetada, dejándole mi mano marcada en su cara como recuerdo.
El quiso abalanzarse sobre mí pero los guardias de la empresa lo agarraron a tiempo. Lo último que lo escuché decir fue:
-¡Zorra!¡Esto no va a quedar así!
Sin pensarlo abracé a Mark, era la primera vez que tenía un contacto tan cercano con él, y la sensación no podría expresarla con palabras, fue una mezcla de alivio y protección, alegría y emoción, el apretó su agarre luego de haber estado quieto unos segundos por la sorpresa.
-¿Estás bien?
-Sí, gracias por haberme ayudado.
-No es nada, vamos te llevo a tu casa.
Sin contradecir ni rechistar lo acompañé hasta el vehículo esperando que el viaje a casa ayudara a que pudiéramos hablar y dejar de lado nuestra estúpida pelea.
Dios mio que Desgraciado como puedes ser tan imbecilel mato a la niña y la trata de tal manera!!!
ResponderBorrarPero Mark lo Adoro ahunque no sepa muchas veses como reaccionar!!!
Barbiiii me encantaaaa pero se me hace muy cortoooo!!!
QUIERO MAS!!!
Un Beso inmensooo!!
James no tiene ningún derecho a tratar de esa manera a Lexie y esa cachetada la tenía bien merecida.
BorrarMark es una excelente persona así como también lo es Lexie sólo que ambos tienen un carácter fuerte.
Sé que este fue un capítulo muy corto ¡Perdón! Ya me estoy poniendo con el capítulo 10 para que sea más extenso.
Gracias por leer linda.
Un beso grande
Dios es que no lo puedo cree aun el ex se cree dueño de ella bien hecho por mark me encanta pero que tanto habrá oído de la conversación forzada entre esos dos dios no se pero su ex no me da buena espina y menos me gusta esa actitud de creerse el dueño del mundo bien hecho que less le diera una buena cachetada pero se merecía mas que eso... me encanto el caballero de brillante armadura que es mark dios es que es tan bello.... excelente cap... esperando con ansias el próximo exitos......
ResponderBorrarJames es una cosa increíble porque a pesar de haberla dejado por otra sigue insistiendo con ella, Mark apareció en el momento justo afortunadamente. Mark con su temperamento y todo sigue siendo perfecto.
BorrarUn beso enorme.
ayyy Barbie como dice Meli, se hace muy corto el capitulo. :(
ResponderBorrarque mal nacido James, como se le ocurre reprocharle algo a Lexie, cuando fue el quien no cuido de la seguridad de su hija , maldito, menos mal que aparecio Mark a defenderla.
quiero saber como sigue este par, ya que se dejen de joder jaja
¿cuando viene el momento hot? si queres te ayudo jaja
me encanto, esperando el proximo
un beso grande hermosa
¡Perdón por el capítulo tan corto!
BorrarEstoy continuando con el capítulo 10 para que sea más largo que este.
James no tiene derecho a reclamar nada.
Creo que el momento justo para el momento entre Lexie y Mark va a ser el capítulo 11 y encantada acepto ayuda o sugerencias, todo suma.
Te mando un beso enorme.