Estaba petrificada frente a él, no sé por qué demonios vine hasta aquí, sólo sé que sentí como algo se removía dentro de mí al verlo en el estado que estaba, no sé si fue pena o lástima, ni yo misma me entiendo pero aquí estaba.
-¿Qué hace aquí Srta. Clark?
-Yo...lo siento ¿está usted bien?
-Sí, no estoy de humor para peleas por favor vaya a su oficina y evitemos un conflicto.
-¿¡Por qué debe ser siempre así!?¿¡Por qué debe tratarme de esa manera!?- Me encontré levantando demasiado mi tono de voz pero estaba que lanzaba chispas.
-Srta. Clark modere su tono, claramente no empezamos con el pie derecho y claramente no estoy de humor para conversar justo ahora. Discutiremos el tema en otro momento ¿si?
-Como diga.
Sin más me marché cerrando fuertemente la puerta de su oficina, me desesperaba a niveles incalculables, traté de sacar mi coraza y mostrar algo de simpatía al preocuparme por si estaba bien o no y resulta que el hombre me hecha de su oficina, será idiota. Lanzando una lista de insultos me dirigí a la cocina.
-Hey preciosa, que boquita tenemos, ¿qué ocurre?- Preguntó Frank que se encontraba desayunando allí.
-Mark Turner.
-Mmmm ya veo, ese hombre está resultando ser un verdadero problema.- Dijo con el ceño fruncido.
-Pues sí, ni te lo imaginas.
-¿Que hizo esta vez?
-Echarme de su oficina.
-¿Y por qué hizo eso?
-Porque quise saber si estaba bien.
-Ese si que está loco. Pero....¿por qué querías saber si estaba bien? Apenas lo conoces Lexie. Además mira como te trata- Dijo Frank con un tono de fastidio en su voz al cual no le veía la razón.
-Tuvo una discusión con su padre, cualquier persona hubiera hecho lo mismo.
-Ya veo...Déjame darte un consejo, no te involucres mucho con él.
-¿Y quién dijo que lo haría?
-Sólo digo, quiero que estés bien.
-Como digas.
-Para sacarte ese humor de perros que tienes que te parece si este fin de semana vamos a algún bar.
-No lo sé Frank.
-Vamos ¿qué te impide salir?
-Sabes que ya no me interesa eso de salir de fiestita.
-No es una fiestita, es ir a relajarnos, si quieres vamos con Jack.
-De acuerdo...
-¿Qué tienes con él? Sólo con nombrarlo puedo hacerte cambiar de opinión.
-Ya cállate o de verdad conocerás mi humor de perros.
Una voz se aclaró detrás de nosotros y últimamente ya la conocía bien, era Mark.
-Disculpen que moleste, ¿Srta. Clark podemos conversar un momento?- Y ahora se digna a hablarme correctamente el muy bipolar.
-Como quiera.
-A solas por favor.- Dijo fulminando con la mirada a Frank quien antes de irse me susurró que le avisara si lo necesitaba.
-Usted dirá Señor Turner.
-Tome asiento por favor.
-¿Quiere un café?
-No, estoy bien. Gracias de todos modos.
Asintiendo me senté en frente de él en una pequeña mesa de la cocina.
-Quería disculparme, no actué correctamente en la oficina hace un rato, pero mi padre y mi ex mujer lograron sacarme de mis casillas.
-Está bien, no quiero meterme en sus asuntos, solo quería saber si se encontraba bien.- Sabía que se había divorciado, los chismes vuelan en la empresa, solo vi a la mujer un par de veces y debo admitir que aunque es una linda mujer no la veo como el tipo de persona que podría acompañarlo en el día a día. Más bien la veo como mujer de una noche.
-Ahora estoy mejor, gracias.- Dijo dedicándome una sonrisa matadora, después de la del primer día que lo vi, podría decir que derritió una minúscula parte de mi corazón pero no, no puedo permitirme sentir absolutamente nada.- También quería disculparme por el día de ayer, sólo que me molestó mucho el comportamiento que tuvo con mi hija, no me interesa saber por qué reaccionó así pero ya no quiero pensar en ello.
-Está bien, yo tampoco quiero comentar más sobre el tema y me disculpo nuevamente por la situación.
-Me alegra poder tener un poco de paz, la necesitaba.
-Opino lo mismo, ¿algo más que quiera tratar?
-No, solo era eso...
-De acuerdo, entonces volveré a mi trabajo para no atrasarme. Con permiso Sr. Turner.
-Por supuesto, la veo luego.
Desconcertada me fui a mi oficina, su faceta no autoritaria le sentaba bien hasta parecía agradable el hombre, la charla me sacó un peso de encima me siento más desenvuelta y libre ahora que no está vigilándome constantemente, casualmente nuestras miradas se cruzan desde las oficinas pero no van más allá de eso.
Afortunadamente, logré terminar todo en un buen tiempo por lo que pude salir de la empresa diez minutos antes.
Aprovechando que mi jefe estaba mejor de ánimos salí antes de mi oficina, tomé mi abrigo y mi bolso y me dirigí a los ascensores. Presioné el botón y el elevador no tardó en llegar a mi planta, Mark entró justo cuando las puertas estaban por cerrarse quedando a pocos centímetros de mí.
-Lo siento.- Dijo con la respiración entrecortada y alejándose lentamente de mí.
-No hay problema...
-Sólo quería pedirte perdón es enserio lo que dije hoy no fue por compromiso.
-Está bien Sr. Turner no necesita aclararse...Espere ¿acaba de tutearme?
-Sí, Lexie, quiero que tengamos una buena relación, puedes llamarme Mark como lo dije el primer día.
-No creo que sea algo conveniente.
-Vamos, no me digas que estás chapada a la antigua con ese formalismo.
-¡Claro que no!
-Entonces ¿por qué no puedes decirme simplemente Mark?
-Supongo que por educación y respeto, pero lo intentaré. De todos modos es trabajo, no se necesita más que cordialidad y paciencia para no pasar un mal momento.
-Yo no lo veo de esa manera.- Dijo serio.
-¿Se va a su casa?- Pregunté para cambiar de tema y evitar otra discusión.
-Sí, debo ir a buscar a mi hija a la escuela.- Y allí volvíamos de nuevo, el nudo instalado en mi estómago y mi ceño fruncido.
-Ya veo.
Mark no entendía mi reacción creo que hasta en cierto punto lo enojaba pero decidió dejarlo pasar cuando las puertas se abrieron, exhaló y dijo:
-Adiós, Lexie. Te veré mañana.
-Adiós Sr....digo Mark.
-Mucho mejor.
Me paré en la acera y tomé el primer taxi que encontré meditando y pensando en todo lo ocurrido hoy, aún no comprendía el cambio radical de Mark, ese hombre es bipolar y de verdad me va a enloquecer, no me cabe duda. Por un lado, me alegra que haya cambiado de actitud conmigo, lo hace mejor pero por otro lado sé que la paz entre nosotros no va a durar mucho, siento que cada encuentro que tenemos es como una bomba que está a punto de estallar y no sé si eso será bueno o malo. Por mi parte, voy a dejarme llevar por lo que tenga preparado el destino, ya no puedo pensar en un futuro, solo miro el presente.
Agotada, luego de un día de emociones me di un baño caliente para quitar el frío del crudo invierno. Ordené un poco mi casa, que aunque es pequeña es acogedora y linda para mí. Preparé un estofado con salsa y mientras cenaba llamé a Melissa, ya que es capaz de reprocharme toda una semana el no haberla llamado.
-Hola Lex.- Dijo al segundo tono.
-Hola Mel, ¿cómo estás?
-Agotada, en cuatro días es el acto del jardín e intento que todo salga a la perfección. Por cierto, ¿vendrás no?
-Pues....¿no hay manera de decir que no?
-¡Lexie!¡Me lo prometiste! Además, te tengo una sorpresa.
-De acuerdo, de acuerdo solo veía que posibilidades tenía.
-Pues ya ves que ninguna.- Logró sacarme una sonrisa.-¿Qué tal tu día?¿El jefe?
-No me lo creerás, pero hoy se disculpó por su actitud ya que me había gritado, no te imaginas como estaba el hombre, estaba poseído.
-Me lo imagino, tal como tu cuando te enojas.
-Ya, ya suficiente.
-¿Y qué más dijo?
-Nada, sólo eso, no sé en que terminará todo esto.
-Pues tú sobre su escritorio y el encima tuyo.
-¡Cállate Melissa! Respeto mucho mi trabajo y sabes bien que jamás pensaría en eso, menos con mi jefe.
-Eso dices ahora...
-No se puede hablar contigo, te llamo mañana.
-Aún así me amas.
-Sí, si claro. Adiós.
Mi amiga puede ser sumamente infantil e imaginativa cuando se lo propone, por eso lleva una buena relación con los niños, lo que me pone los nervios de punta.
Lavaba los platos cuando tocaron el timbre.
-¿Quién es?
-Jack, traje unos chocolates, de los que te gustan, más te vale abrirme en este mismo instante porque estoy muriendo de hipotermia.
Sequé mis manos y abrí lo más rápido que pude.
-Dios, Jack estas helado. Vamos, entra.
Prendí la calefacción para que entrara en calor y preparé café para acompañar los chocolates, mi debilidad.
Nos sentamos juntos en el sillón para poder hablar cómodos.
-Bueno ahora sí, Lex, desde mi última visita han pasado ya seis días. Suelta todo.
-Sabes que mi vida no es tan divertida como la tuya, mi semana se basó en limpiar, salir a correr por la mañana, ver alguna que otra película y el trabajo claro está.
-Ya sé eso tonta, me refiero a que me hables de Mark, sé que algo estuvo pasando pero solo sé migajas de los chismes que corren por la empresa.
-Con que ya hay chismes eh...
-No desvíes el tema, cuenta de una vez mujer.
-Mark me desconcierta Jack, es raro, los dos primeros días fueron un completo desastre, discutimos mucho, hoy también, es como una tormenta que está a punto de desatarse a penas nos cruzamos. Pero sorprendentemente, hoy me pidió perdón porque quiere que llevemos una buena relación.
-Ya veo... si no fuera por mi hermana que me llena la cabeza con sus historias amorosas diría que es tu hombre pero no lo sé, no soy quien para decirlo.
-No digas tonterías Jack, me asombra, siempre fuiste inteligente. No pasará nada con él, sólo que nuestros encuentros son muy intensos cosa que no sentía hace mucho tiempo, me siento viva y no sé por qué.
-No se como seguirán ustedes dos pero si ese hombre te hace sentir viva me alegro mucho porque es lo que he tratado de conseguir todo este tiempo y no lo había logrado.
-Sabes que eres importante para mí Jack, aun sigues siendo mi apoyo.
-Lo sé Lex. A veces hay que aceptar que algunas cosas nunca van a volver a ser como eran antes pero a pesar de todo siempre vas a tener aunque sea una razón para ser feliz. Tienes gente que se preocupa por ti más allá de que lo estés pasando fatal.
-Gracias por estar siempre, no sé que haría si no te hubiera conocido, fue una linda casualidad.
-Mmm no creo en las casualidades, si nos conocimos fue por algo.
-Quizás...Cambiando de tema, Frank me dijo de ir este fin de semana a un bar sabes que detesto esos lugares pero si vas y me haces compañía podría pensármelo dos veces.
-Que harías sin mi Lexie...
-No lo sé Jack, pero ¿que dices vienes o no?
-Si es lo que quieres claro.
-Perfecto.
-¿Irá Melissa?- Jack está enamorado desde el primer momento de Melissa, tuvo un flechazo a simple vista y ella aún no se da cuenta, he tratado de juntarlos en numerosas ocasiones pero no pasan de la charla.
-¿Cómo van las cosas con ella?
-He quedado un par de veces con ella.
-Y....
-Y nada, tengo miedo que me rechace.
-No seas gallina.
-No da signos de que yo le guste y no quiero que mi orgullo salga lastimado.
-Pues deja tu orgullo de lado y date la posibilidad de conocer a una chica increíble para tener a tu lado.
-Dame tiempo, sé que lo voy a lograr.
-Que no sea demasiado tarde.
-Intentaré, ¿me dejas quedarme a dormir?
-Por supuesto.
Jack acostumbra quedarse seguido a dormir, es mi mejor amigo y lo considero como un hermano, tenerlo cerca mío me reconforta y hace que no piense en lo sola que me siento en la noche. Que me abrace cuando dormimos me hace sentir protegida, ambos nos consideramos familia.
Ordenamos el living, lavamos las tazas y nos fuimos a dormir. Yo como siempre acurrucada en su pecho y él acariciando mi pelo en un gesto fraternal antes de que mis ojos se cerraran completamente dijo:
-Te quiero mucho Lex, quiero que seas feliz.
A la mañana siguiente desperté con una pierna fuera de la cama y la mitad de cuerpo destapada, así era dormir con Jack, una lucha de boxeo en la que el equiparaba toda la cama y mis sábanas. Decidida a vengarme tomé una almohada y comencé a golpearlo con esta en su espalda.
-Hora de despertaaaaaaaaaaaar.- Comencé a gritar.
-¡Lexie!¡Tienes que estar de broma!¡Para ya!
-Pues mira el desastre que has hecho en la cama.
-Tu me dejaste dormir aquí.
-Lo sé, soy la culpable. Ve a ducharte antes de que equipare yo el baño.
Disparado salió en dirección al baño, sabe perfectamente que puedo tardar horas como la última vez en la que tuvo que ducharse con agua fría ya que había usado toda el agua caliente en un baño de espuma. Cabe aclarar que ese día era helado.
Revisé el reloj y me di cuenta que no llegaría a tiempo, no quería otra pelea con Mark así que sin rodeos entre al baño.
-¡Hey!¿Qué pasa?¿Quieres ver el espectáculo?
-Ya cállate, no voy a llegar a tiempo ponte la toalla y vístete o tu tampoco llegaras.
-Pasame la toalla.
-Increíblemente en menos de cinco segundos ya estaba listo para salir del baño con sus cosas.
-Prepararé el desayuno, podemos ir en mi auto.
-Perfecto.
-Es mi pago por la estadía.
-Suena justo.- Lanzandole una sonrisa cerré la puerta.
Me di un baño tratando de ser lo más rápida posible, sequé mi pelo para no enfermarme al salir al frío de la calle y me cambié. Para cuando estuve lista el desayuno ya estaba servido, Jack es un excelente cocinero.
-Alegraste mi mañana con estos waffles Jack.
-Sabes que son mi especialidad.
-Puedes dejar algunos para que me lleve al trabajo...
-Como negarte algo si pones esa cara de cachorrito, malvada.- En tiempo récord me preparó dos waffles para llevar que serían mi almuerzo.
Luego de limpiar y tomar nuestras cosas de trabajo nos dirigimos a la oficina, antes de llegar a mi planta Jack me dijo:
-Sé tu misma, no dejes que nada te frustre y ten paciencia.
-Lo intentaré.
-Te veo luego Lex
-Adiós, que tengas un buen día.
-Igualmente.
Para cuando llegué Mark ya estaba sentado en mi escritorio.
-¡Oh Lexie!¡Lo siento! Me distraje viendo unos documentos que quería revisar ¿Cómo estás?
-No hay problema, estoy bien, gracias. Si quiere podemos empezar ahora mismo.
-¿No quieres desayunar primero?
-Acabo de desayunar, no tengo problema.
-De acuerdo entonces empecemos.
Analizamos los detalles de la cuenta alrededor de una hora, milagrosamente nuestros puntos e ideas fueron similares por lo cual no tuvimos mayores problemas.
-Bueno Lexie, creo que eso es todo por ahora. La semana que viene tendremos una reunión con todo el personal de la empresa y quiero que me ayudes a organizarla ¿que te parece?
-Por supuesto, encantada.
-Perfecto, ¿que harás en el almuerzo?
-Mmm no lo sé.
-¿Comerías conmigo?
-Creía que usted se refería a una relación laboral, no a una amistad.
-Es sólo un almuerzo, no te pido que seas mi mejor amiga. Somos adultos Lexie, creo que parte de una buena relación laboral se da conociendo a los empleados.
-De acuerdo, coincido con usted.
-Perfecto, te veré en la cocina entonces.
-Claro.
Con una sonrisa se fue a su oficina, no entiendo que es lo que sucede con él, por momentos me odia y me grita al otro es amable y quiere almorzar conmigo. Esto es demasiado para mi cabeza. Para distraerme un rato ya que no tenía mucho para hacer decidí llamar a mi madre que hace mucho no veo.
-Hola mamá.
-Lexie, por fin, creí que te habías olvidado de tu madre.
-No mamá.- Dije poniendo los ojos en blanco.
-¿Cómo estás pequeña?
-Bien, comencé un nuevo trabajo esta semana.
-¿Y qué tal es?
-Es bueno, pagan bien y además Frank y Jack trabajan aquí.
-Aguarda ¿es esa super empresa que trabaja ayudando a los bancos?
-Esa misma mamá. Turner Inc.
-¡Qué felicidad hija!¡Estoy orgullosa de ti!
-Gracias mamá.
-¿Cuándo podré verte?
-Sabes que puedes venir cuando quieras, en casa hay lugar.
-Veré como nos arreglamos con tu padre para ir, ¿te parece?
-De acuerdo, avísame para saber.
-Por supuesto. Llama más seguido hija, te extrañamos.
-Y yo a ustedes, los llamo luego.
-Cuídate.
Luego de colgar, me entretuve con un contrato que no requería demasiada atención pero algo debía hacer para ocupar la mañana, no puedo quedarme sentada sin hacer nada. La hora del almuerzo llegó, pensé en decirle que no almorzaría pero no lograría nada con eso. Cerré mi oficina y fui a la cocina.
-Hola, Lexie.- Dijo Mark.- ¿Tienes tu comida o preparo algo?
-Traje waffles.
-¿Waffles?¿Esa es tu idea de un almuerzo? Debes alimentarte bien.- Si hay algo que detesto es que me digan que es lo que debo hacer y este almuerzo ya lo veía convertido en un completo desastre.
-Los hizo mi mejor amigo, no pude resistirme a traerlos.- Su cara se contrajo, no sé que fue lo que dije mal, al contrario hice el esfuerzo por no insultarlo.
-Entendible. Siéntate, por favor.
Tomé asiento a su lado y compartimos nuestra comida.
-Cuéntame un poco de ti.
-Prefiero no tocar ese tema.
-De acuerdo. ¿Demasiado personal?
-Sí.
-Entiendo, ¿cómo te sientes en la empresa?¿los demás te tratan bien?
-Estoy muy a gusto, el trabajo que hago me encanta y además mis dos mejores amigos trabajan aquí.
-¿Ah si? Tu novio también trabaja aquí.
-¿Disculpe?
-El Sr. Cooper.
-Claro que no, Frank es uno de mis mejores amigos y Jack Foster que trabaja un piso más arriba es otro, el autor de estos increíbles waffles.- Su cara volvió a serenarse con mi aclaración, de verdad que es desconcertante.
-Me alegra que te sientas a gusto, es muy importante para nosotros.
Disfrutamos de la comida en paz, no tocamos temas personales, nos limitamos a hablar de la empresa y su historia. Luego del almuerzo revisamos otros documentos juntos y cuando ya estaba por oscurecer me permitió marcharme.
La suerte no estaba de mi lado hoy porque al salir de la empresa la lluvia tan característica de Londres se hizo presente y ningún taxi de los que circulaban se detuvo para que subiera. Comencé a caminar rezando para que alguno parara, estaba congelada y seguro me enfermaría.
De repente, un magnífico Audi color negro se detuvo delante de mí, el conductor bajó la ventanilla y dijo:
-Sube ya mismo al auto.
Era Mark.
-Tuvo una discusión con su padre, cualquier persona hubiera hecho lo mismo.
-Ya veo...Déjame darte un consejo, no te involucres mucho con él.
-¿Y quién dijo que lo haría?
-Sólo digo, quiero que estés bien.
-Como digas.
-Para sacarte ese humor de perros que tienes que te parece si este fin de semana vamos a algún bar.
-No lo sé Frank.
-Vamos ¿qué te impide salir?
-Sabes que ya no me interesa eso de salir de fiestita.
-No es una fiestita, es ir a relajarnos, si quieres vamos con Jack.
-De acuerdo...
-¿Qué tienes con él? Sólo con nombrarlo puedo hacerte cambiar de opinión.
-Ya cállate o de verdad conocerás mi humor de perros.
Una voz se aclaró detrás de nosotros y últimamente ya la conocía bien, era Mark.
-Disculpen que moleste, ¿Srta. Clark podemos conversar un momento?- Y ahora se digna a hablarme correctamente el muy bipolar.
-Como quiera.
-A solas por favor.- Dijo fulminando con la mirada a Frank quien antes de irse me susurró que le avisara si lo necesitaba.
-Usted dirá Señor Turner.
-Tome asiento por favor.
-¿Quiere un café?
-No, estoy bien. Gracias de todos modos.
Asintiendo me senté en frente de él en una pequeña mesa de la cocina.
-Quería disculparme, no actué correctamente en la oficina hace un rato, pero mi padre y mi ex mujer lograron sacarme de mis casillas.
-Está bien, no quiero meterme en sus asuntos, solo quería saber si se encontraba bien.- Sabía que se había divorciado, los chismes vuelan en la empresa, solo vi a la mujer un par de veces y debo admitir que aunque es una linda mujer no la veo como el tipo de persona que podría acompañarlo en el día a día. Más bien la veo como mujer de una noche.
-Está bien, yo tampoco quiero comentar más sobre el tema y me disculpo nuevamente por la situación.
-Me alegra poder tener un poco de paz, la necesitaba.
-Opino lo mismo, ¿algo más que quiera tratar?
-No, solo era eso...
-De acuerdo, entonces volveré a mi trabajo para no atrasarme. Con permiso Sr. Turner.
-Por supuesto, la veo luego.
Desconcertada me fui a mi oficina, su faceta no autoritaria le sentaba bien hasta parecía agradable el hombre, la charla me sacó un peso de encima me siento más desenvuelta y libre ahora que no está vigilándome constantemente, casualmente nuestras miradas se cruzan desde las oficinas pero no van más allá de eso.
Afortunadamente, logré terminar todo en un buen tiempo por lo que pude salir de la empresa diez minutos antes.
Aprovechando que mi jefe estaba mejor de ánimos salí antes de mi oficina, tomé mi abrigo y mi bolso y me dirigí a los ascensores. Presioné el botón y el elevador no tardó en llegar a mi planta, Mark entró justo cuando las puertas estaban por cerrarse quedando a pocos centímetros de mí.
-Lo siento.- Dijo con la respiración entrecortada y alejándose lentamente de mí.
-No hay problema...
-Sólo quería pedirte perdón es enserio lo que dije hoy no fue por compromiso.
-Está bien Sr. Turner no necesita aclararse...Espere ¿acaba de tutearme?
-Sí, Lexie, quiero que tengamos una buena relación, puedes llamarme Mark como lo dije el primer día.
-No creo que sea algo conveniente.
-Vamos, no me digas que estás chapada a la antigua con ese formalismo.
-¡Claro que no!
-Entonces ¿por qué no puedes decirme simplemente Mark?
-Supongo que por educación y respeto, pero lo intentaré. De todos modos es trabajo, no se necesita más que cordialidad y paciencia para no pasar un mal momento.
-Yo no lo veo de esa manera.- Dijo serio.
-¿Se va a su casa?- Pregunté para cambiar de tema y evitar otra discusión.
-Sí, debo ir a buscar a mi hija a la escuela.- Y allí volvíamos de nuevo, el nudo instalado en mi estómago y mi ceño fruncido.
-Ya veo.
Mark no entendía mi reacción creo que hasta en cierto punto lo enojaba pero decidió dejarlo pasar cuando las puertas se abrieron, exhaló y dijo:
-Adiós, Lexie. Te veré mañana.
-Adiós Sr....digo Mark.
-Mucho mejor.
Me paré en la acera y tomé el primer taxi que encontré meditando y pensando en todo lo ocurrido hoy, aún no comprendía el cambio radical de Mark, ese hombre es bipolar y de verdad me va a enloquecer, no me cabe duda. Por un lado, me alegra que haya cambiado de actitud conmigo, lo hace mejor pero por otro lado sé que la paz entre nosotros no va a durar mucho, siento que cada encuentro que tenemos es como una bomba que está a punto de estallar y no sé si eso será bueno o malo. Por mi parte, voy a dejarme llevar por lo que tenga preparado el destino, ya no puedo pensar en un futuro, solo miro el presente.
Agotada, luego de un día de emociones me di un baño caliente para quitar el frío del crudo invierno. Ordené un poco mi casa, que aunque es pequeña es acogedora y linda para mí. Preparé un estofado con salsa y mientras cenaba llamé a Melissa, ya que es capaz de reprocharme toda una semana el no haberla llamado.
-Hola Lex.- Dijo al segundo tono.
-Hola Mel, ¿cómo estás?
-Agotada, en cuatro días es el acto del jardín e intento que todo salga a la perfección. Por cierto, ¿vendrás no?
-Pues....¿no hay manera de decir que no?
-¡Lexie!¡Me lo prometiste! Además, te tengo una sorpresa.
-De acuerdo, de acuerdo solo veía que posibilidades tenía.
-Pues ya ves que ninguna.- Logró sacarme una sonrisa.-¿Qué tal tu día?¿El jefe?
-No me lo creerás, pero hoy se disculpó por su actitud ya que me había gritado, no te imaginas como estaba el hombre, estaba poseído.
-Me lo imagino, tal como tu cuando te enojas.
-Ya, ya suficiente.
-¿Y qué más dijo?
-Nada, sólo eso, no sé en que terminará todo esto.
-Pues tú sobre su escritorio y el encima tuyo.
-¡Cállate Melissa! Respeto mucho mi trabajo y sabes bien que jamás pensaría en eso, menos con mi jefe.
-Eso dices ahora...
-No se puede hablar contigo, te llamo mañana.
-Aún así me amas.
-Sí, si claro. Adiós.
Mi amiga puede ser sumamente infantil e imaginativa cuando se lo propone, por eso lleva una buena relación con los niños, lo que me pone los nervios de punta.
Lavaba los platos cuando tocaron el timbre.
-¿Quién es?
-Jack, traje unos chocolates, de los que te gustan, más te vale abrirme en este mismo instante porque estoy muriendo de hipotermia.
Sequé mis manos y abrí lo más rápido que pude.
-Dios, Jack estas helado. Vamos, entra.
Prendí la calefacción para que entrara en calor y preparé café para acompañar los chocolates, mi debilidad.
Nos sentamos juntos en el sillón para poder hablar cómodos.
-Bueno ahora sí, Lex, desde mi última visita han pasado ya seis días. Suelta todo.
-Sabes que mi vida no es tan divertida como la tuya, mi semana se basó en limpiar, salir a correr por la mañana, ver alguna que otra película y el trabajo claro está.
-Ya sé eso tonta, me refiero a que me hables de Mark, sé que algo estuvo pasando pero solo sé migajas de los chismes que corren por la empresa.
-Con que ya hay chismes eh...
-No desvíes el tema, cuenta de una vez mujer.
-Mark me desconcierta Jack, es raro, los dos primeros días fueron un completo desastre, discutimos mucho, hoy también, es como una tormenta que está a punto de desatarse a penas nos cruzamos. Pero sorprendentemente, hoy me pidió perdón porque quiere que llevemos una buena relación.
-Ya veo... si no fuera por mi hermana que me llena la cabeza con sus historias amorosas diría que es tu hombre pero no lo sé, no soy quien para decirlo.
-No digas tonterías Jack, me asombra, siempre fuiste inteligente. No pasará nada con él, sólo que nuestros encuentros son muy intensos cosa que no sentía hace mucho tiempo, me siento viva y no sé por qué.
-No se como seguirán ustedes dos pero si ese hombre te hace sentir viva me alegro mucho porque es lo que he tratado de conseguir todo este tiempo y no lo había logrado.
-Sabes que eres importante para mí Jack, aun sigues siendo mi apoyo.
-Lo sé Lex. A veces hay que aceptar que algunas cosas nunca van a volver a ser como eran antes pero a pesar de todo siempre vas a tener aunque sea una razón para ser feliz. Tienes gente que se preocupa por ti más allá de que lo estés pasando fatal.
-Gracias por estar siempre, no sé que haría si no te hubiera conocido, fue una linda casualidad.
-Mmm no creo en las casualidades, si nos conocimos fue por algo.
-Quizás...Cambiando de tema, Frank me dijo de ir este fin de semana a un bar sabes que detesto esos lugares pero si vas y me haces compañía podría pensármelo dos veces.
-Que harías sin mi Lexie...
-No lo sé Jack, pero ¿que dices vienes o no?
-Si es lo que quieres claro.
-Perfecto.
-¿Irá Melissa?- Jack está enamorado desde el primer momento de Melissa, tuvo un flechazo a simple vista y ella aún no se da cuenta, he tratado de juntarlos en numerosas ocasiones pero no pasan de la charla.
-¿Cómo van las cosas con ella?
-He quedado un par de veces con ella.
-Y....
-Y nada, tengo miedo que me rechace.
-No seas gallina.
-No da signos de que yo le guste y no quiero que mi orgullo salga lastimado.
-Pues deja tu orgullo de lado y date la posibilidad de conocer a una chica increíble para tener a tu lado.
-Dame tiempo, sé que lo voy a lograr.
-Que no sea demasiado tarde.
-Intentaré, ¿me dejas quedarme a dormir?
-Por supuesto.
Jack acostumbra quedarse seguido a dormir, es mi mejor amigo y lo considero como un hermano, tenerlo cerca mío me reconforta y hace que no piense en lo sola que me siento en la noche. Que me abrace cuando dormimos me hace sentir protegida, ambos nos consideramos familia.
Ordenamos el living, lavamos las tazas y nos fuimos a dormir. Yo como siempre acurrucada en su pecho y él acariciando mi pelo en un gesto fraternal antes de que mis ojos se cerraran completamente dijo:
-Te quiero mucho Lex, quiero que seas feliz.
A la mañana siguiente desperté con una pierna fuera de la cama y la mitad de cuerpo destapada, así era dormir con Jack, una lucha de boxeo en la que el equiparaba toda la cama y mis sábanas. Decidida a vengarme tomé una almohada y comencé a golpearlo con esta en su espalda.
-Hora de despertaaaaaaaaaaaar.- Comencé a gritar.
-¡Lexie!¡Tienes que estar de broma!¡Para ya!
-Pues mira el desastre que has hecho en la cama.
-Tu me dejaste dormir aquí.
-Lo sé, soy la culpable. Ve a ducharte antes de que equipare yo el baño.
Disparado salió en dirección al baño, sabe perfectamente que puedo tardar horas como la última vez en la que tuvo que ducharse con agua fría ya que había usado toda el agua caliente en un baño de espuma. Cabe aclarar que ese día era helado.
Revisé el reloj y me di cuenta que no llegaría a tiempo, no quería otra pelea con Mark así que sin rodeos entre al baño.
-¡Hey!¿Qué pasa?¿Quieres ver el espectáculo?
-Ya cállate, no voy a llegar a tiempo ponte la toalla y vístete o tu tampoco llegaras.
-Pasame la toalla.
-Increíblemente en menos de cinco segundos ya estaba listo para salir del baño con sus cosas.
-Prepararé el desayuno, podemos ir en mi auto.
-Perfecto.
-Es mi pago por la estadía.
-Suena justo.- Lanzandole una sonrisa cerré la puerta.
Me di un baño tratando de ser lo más rápida posible, sequé mi pelo para no enfermarme al salir al frío de la calle y me cambié. Para cuando estuve lista el desayuno ya estaba servido, Jack es un excelente cocinero.
-Alegraste mi mañana con estos waffles Jack.
-Sabes que son mi especialidad.
-Puedes dejar algunos para que me lleve al trabajo...
-Como negarte algo si pones esa cara de cachorrito, malvada.- En tiempo récord me preparó dos waffles para llevar que serían mi almuerzo.
Luego de limpiar y tomar nuestras cosas de trabajo nos dirigimos a la oficina, antes de llegar a mi planta Jack me dijo:
-Sé tu misma, no dejes que nada te frustre y ten paciencia.
-Lo intentaré.
-Te veo luego Lex
-Adiós, que tengas un buen día.
-Igualmente.
Para cuando llegué Mark ya estaba sentado en mi escritorio.
-¡Oh Lexie!¡Lo siento! Me distraje viendo unos documentos que quería revisar ¿Cómo estás?
-No hay problema, estoy bien, gracias. Si quiere podemos empezar ahora mismo.
-¿No quieres desayunar primero?
-Acabo de desayunar, no tengo problema.
-De acuerdo entonces empecemos.
Analizamos los detalles de la cuenta alrededor de una hora, milagrosamente nuestros puntos e ideas fueron similares por lo cual no tuvimos mayores problemas.
-Bueno Lexie, creo que eso es todo por ahora. La semana que viene tendremos una reunión con todo el personal de la empresa y quiero que me ayudes a organizarla ¿que te parece?
-Por supuesto, encantada.
-Perfecto, ¿que harás en el almuerzo?
-Mmm no lo sé.
-¿Comerías conmigo?
-Creía que usted se refería a una relación laboral, no a una amistad.
-Es sólo un almuerzo, no te pido que seas mi mejor amiga. Somos adultos Lexie, creo que parte de una buena relación laboral se da conociendo a los empleados.
-De acuerdo, coincido con usted.
-Perfecto, te veré en la cocina entonces.
-Claro.
Con una sonrisa se fue a su oficina, no entiendo que es lo que sucede con él, por momentos me odia y me grita al otro es amable y quiere almorzar conmigo. Esto es demasiado para mi cabeza. Para distraerme un rato ya que no tenía mucho para hacer decidí llamar a mi madre que hace mucho no veo.
-Hola mamá.
-Lexie, por fin, creí que te habías olvidado de tu madre.
-No mamá.- Dije poniendo los ojos en blanco.
-¿Cómo estás pequeña?
-Bien, comencé un nuevo trabajo esta semana.
-¿Y qué tal es?
-Es bueno, pagan bien y además Frank y Jack trabajan aquí.
-Aguarda ¿es esa super empresa que trabaja ayudando a los bancos?
-Esa misma mamá. Turner Inc.
-¡Qué felicidad hija!¡Estoy orgullosa de ti!
-Gracias mamá.
-¿Cuándo podré verte?
-Sabes que puedes venir cuando quieras, en casa hay lugar.
-Veré como nos arreglamos con tu padre para ir, ¿te parece?
-De acuerdo, avísame para saber.
-Por supuesto. Llama más seguido hija, te extrañamos.
-Y yo a ustedes, los llamo luego.
-Cuídate.
Luego de colgar, me entretuve con un contrato que no requería demasiada atención pero algo debía hacer para ocupar la mañana, no puedo quedarme sentada sin hacer nada. La hora del almuerzo llegó, pensé en decirle que no almorzaría pero no lograría nada con eso. Cerré mi oficina y fui a la cocina.
-Hola, Lexie.- Dijo Mark.- ¿Tienes tu comida o preparo algo?
-Traje waffles.
-¿Waffles?¿Esa es tu idea de un almuerzo? Debes alimentarte bien.- Si hay algo que detesto es que me digan que es lo que debo hacer y este almuerzo ya lo veía convertido en un completo desastre.
-Los hizo mi mejor amigo, no pude resistirme a traerlos.- Su cara se contrajo, no sé que fue lo que dije mal, al contrario hice el esfuerzo por no insultarlo.
-Entendible. Siéntate, por favor.
Tomé asiento a su lado y compartimos nuestra comida.
-Cuéntame un poco de ti.
-Prefiero no tocar ese tema.
-De acuerdo. ¿Demasiado personal?
-Sí.
-Entiendo, ¿cómo te sientes en la empresa?¿los demás te tratan bien?
-Estoy muy a gusto, el trabajo que hago me encanta y además mis dos mejores amigos trabajan aquí.
-¿Ah si? Tu novio también trabaja aquí.
-¿Disculpe?
-El Sr. Cooper.
-Claro que no, Frank es uno de mis mejores amigos y Jack Foster que trabaja un piso más arriba es otro, el autor de estos increíbles waffles.- Su cara volvió a serenarse con mi aclaración, de verdad que es desconcertante.
-Me alegra que te sientas a gusto, es muy importante para nosotros.
Disfrutamos de la comida en paz, no tocamos temas personales, nos limitamos a hablar de la empresa y su historia. Luego del almuerzo revisamos otros documentos juntos y cuando ya estaba por oscurecer me permitió marcharme.
La suerte no estaba de mi lado hoy porque al salir de la empresa la lluvia tan característica de Londres se hizo presente y ningún taxi de los que circulaban se detuvo para que subiera. Comencé a caminar rezando para que alguno parara, estaba congelada y seguro me enfermaría.
De repente, un magnífico Audi color negro se detuvo delante de mí, el conductor bajó la ventanilla y dijo:
-Sube ya mismo al auto.
Era Mark.
ayy por dios!! son unos bipolares tremendos!!!!!!!!! por fin hicieron las paces Lexie y Mark jaja, Melissa tiene razon, ya me la imagino a Lexie en el escritorio de Mark haciendo travesuras jaja... mmm que sexy que es Jack mmm , me lo regalas? jeje, y ese final, ya quiero saber que pasa en ese auto.
ResponderBorrarme encanto el capitulo, excelente
un beso grande Barbie =)
Tal cual Sol! Un momento se llevan bien al otro mal, esperemos que dure la paz. Melissa tiene una mente....Jack es el perfecto mejor amigo aunque es demasiado tentador jaja.
BorrarUn beso grande!
mmm... escenas hot
BorrarEsto se está animando, pero es verdad que Mark es totalmente bipolar.
ResponderBorrarPrimero odio y ahora no para de querer acercarse a ella.
Pero ella podría cooperar un poquito mas, no?
Es bastante fría con él.
Aunque no sé yo que pasará en ese coche????
Quizás alguna escena un poco subida de tono??
Me encanto este capitulo y me quedo con muchas ganas de leer el próximo!!
Un abrazo.
En el próximo capítulo vamos a ver que es lo que está pasando en la cabeza tan bipolar de Mark. Lexie se convirtió en una mujer fría con los hombres desde lo que ocurrió con su ex marido pero poco a poco se va a ir descongelando.
BorrarMmmm podríamos arreglar la escena del auto si es lo que quieren... jaja
Un beso grande y gracias por leer!
Esto cada vez pinta mejorrr!!
ResponderBorrarPor fin el esta dando su paso y ella que hace? NADAAAAAAA
VAMOS QUE QUIERO MAS!!!
Un Besooooo!!!
Gracias por leer y comentar Meli!
BorrarSon tercos los dos!!! Pero ya van a ir avanzando.
Un beso grande!
:O Oh por dios en que acabaran estos dos ese odio y ese desconcierto que sienten el uno por el otro pues es algo de lo que estaré pendiente debería estar al tanto el Sr Cooper creo que gusta de lex pero ya veremos aun quiero saber si el cambio de mark se debe a las palabras de su padre pero me tiene desconcertada que si le gusta no la haya investigado ya dios es que me pone a pensar en mil cosas.... excelente capitulo éxitos....
ResponderBorrarLas entiendo a todas, pareciera como si nunca pudieran llegar a algo más pero tranquilas que todo llega su tiempo. Mmm de Cooper ya nos vamos a ir enterando y por lo que pasa en la cabecita de Mark nos vamos a enterar el lunes con el próximo capítulo.
BorrarGracias por leer linda!
Un beso grande
¡Hola Barbie! Siento no haber dejado mi comentario en el día de publicación como hago siempre, pero he estado liado esta semana. El caso es que ya estoy aquí, mejor tarde que nunca. Me gusta no, me encanta esta relación amor/odio de Lexie y Mark y este pequeño acercamiento entre ellos. ¿Qué pasará en ese coche? Deja tanto a la imaginación, sobretodo a mí que me gusta adelantarme a lo que va a pasar jaja Tiene que ser difícil pensar en solo amistad con semejante bombón, ¡como esta Jack! Esperando desde ya el siguiente capítulo. Un beso preciosa
ResponderBorrar¡Hola Sarai!
ResponderBorrarNo hay problema yo también tuve una semana complicada con exámenes pero gracias por tomarte el tiempo de leer. Me alegra que te haya gustado el capítulo. La relación entre Mark y Lexie va creciendo poco a poco.
Gracias por tu comentario.
Un beso grande.
Barbie! estoy poniendome al día :D
ResponderBorraroh mi DIos!
ese Jack... (sin comentarios) haha
besos!