lunes, 21 de julio de 2014

Capítulo 12

Mark

No estaba en este mundo, no, estaba más allá del cielo. No tenía noción ni del espacio ni del tiempo, quería congelarme en ese ascensor con ella y no salir jamás. Estaba muriendo por dentro por la necesidad de tenerla aún más cerca de lo que la tenía.
Solo una cosa en mi vida logró remover mi cuerpo además de este beso y fue el nacimiento de mi hija. No quería despegarme de sus labios pero aún así sabía que con ir tan rápido no iba a ganar nada; a regañadientes fui separándome de ella, preparándome para la tormenta que se me avecinaba, pero si hay algo de lo que no tenga dudas es que voy a hacer lo que sea por esta mujer, ya nada me importa, conozco su más profundo secreto, es una mujer difícil pero no imposible, además de que me tiene loco y en el literal sentido de la palabra.

-Mark....
-Shh...no digas nada.- Dije colocando mi frente contra la de ella y mi dedo índice sobre sus labios.
-Esto no está bien.
Tuve que silenciarla con otro beso no quería escuchar sus pretextos, siempre tiene que preocuparse por el qué está bien y qué está mal.
-Mark, basta. Eres mi jefe.
-Ya eso no es excusa Lexie, mira el mundo en el que vivimos, cuántas veces ha pasado esto. ¿Cuál es el verdadero problema? El trabajo es el trabajo, lo nuestro es cosa aparte.
-No hay un "lo nuestro".
-Oh créeme que sí lo hay, puedes resistirte a lo que sea pero este beso lo necesitábamos los dos.
Se alejó de mí y colocó sus manos en su cabeza como tratando de pensar que hacer.
-Dios, Mark. ¿Por qué me haces esto?
-Yo no hice nada, te estás complicando más de lo que deberías.
-Por favor, voy a pedirte que mantengamos las posturas. ¿Puedes respetar eso?
-Yo respetaré lo que me pidas, pero sé que te gustó el beso, a mi no me engañas.
-No, no voy a negartelo Mark. Pero por favor, no vayas más lejos de esto.





-¿Yo?¿Qué más podría hacer?- Y así la dejé en el ascensor, dedicándole una sonrisa y guiñándole un ojo. Prepárate Lexie Clark, no sabes de lo que soy capaz.

Fui hasta mi auto y conduje hacia casa, con la hora que era Isabel ya tendría un humor de perros, odia que llegue tarde. Para cuando llegué, estaba en lo cierto, Isabel me esperaba al pie de las escaleras. Lo típico cuando está enojada.
-Llegas tarde.- Dijo cruzándose de brazos.
-Lo sé, lo siento cariño. Había mucho trabajo.
-Claro que no, me estás mintiendo.
-Por supuesto que no, cielo.
-Ahora sonríes siempre, te ríes con tu teléfono, llegas tarde, sales a la noche. Me estás mintiendo papi.
-No es nada Bel, te lo juro, cuando llegue el momento que ese nada sea algo te lo diré lo prometo.
-Júralo por el dedito meñique.
-Lo juro.- Y así sellamos nuestro pacto con el dedo meñique. No quería contarle de Lexie, no era nada seguro. Además, es otra de las cuestiones por lidiar, ella tiene un trauma con los niños, lo cual entiendo pero si la quiero junto a mí será un largo camino que logre aceptar a Isabel.
Comimos juntos y me puso al tanto de lo que había hecho con su madre.
-Fue muy aburrido papi, sólo salimos un día a un lugar a comer con un señor que no era tan lindo como tú papi. No me gusta ese hombre.
-¿Qué te hizo hacer cariño?
-Sólo sentarme en esa mesa con ellos y Sara me trataba muy bien pero en la casa nunca me prestó atención. Jugué con la Señora Maxwell.
Quería matar a Sara en ese mismo instante, ahora entendía todo. Ella quería a Isabel para coquetear, por no decir más, con ese hombre y hacer el rol de buena madre, mientras en su casa la dejaba con la empleada doméstica. Tenía que hablar inmediatamente con un abogado, pero necesitaba más pruebas.
-Siento haberte dejado con ella cielo.
-Está bien papi, ahora estoy bien acá.

Estaba por servir el postre cuando tocaron el timbre. Era mi sobrina.
-Hola Chris, ¿va todo bien?
-Hola tío, sí, sólo quería pasar a saludarlos.
-Entra, estamos sirviendo el postre.
Luego de poner un plato para ella, nos sentamos los tres en la mesa.
-¿Qué tal el fin de semana Chris?
-Oh, ya sabes, lo mismo de siempre, sólo salí a bailar con mis amigas el viernes, el sábado fui a ver a mamá y el domingo estuve con Lexie.
-¿Qué?
-¿Qué de qué?
-¿Qué es eso de Lexie?
-Me la crucé en el supermercado y se ofreció a ayudarme a limpiar la casa. Es una increíble mujer.
Sabía que en el fondo no es esa mujer de piedra que demuestra ser, lo vengo notando en cada acercamiento que tenemos. Puedo ver como esta reina del hielo se va derritiendo y sé que voy a lograrlo.
-Así parece.
-Yo también pienso que es buena en el fondo, aunque sea rara conmigo.
-¿En serio piensas eso Bel?- Su opinión es de vital importancia para mí.
-Sí, papi.
Luego de que conversáramos un rato logré llevarla a su dormitorio para que descansara, esta niña es hiperactiva pero aún así la amo.
Cuando bajé Christine había limpiado toda la cocina.
-Gracias Chris, no era necesario.
-Entiendo que cuidar a Bel debe ser agotador, no es nada tío.
-Vamos al living, así conversamos.
-De acuerdo.
Preparé un café para ambos y nos sentamos en el sillón.
-Te gusta Lexie.- Dijo mi sobrina sin más.
-¿Qué?
-Eso, me di cuenta por tu mirada cuando hablé de ella y también en la oficina.
-Yo...
-No lo niegues tío, es una mujer hermosa y de buen corazón, me gustaría que estuvieran juntos.
-Chris....las cosas no son tan fáciles como piensas.
-¿Por qué? No son viejos, aprovechen el momento.
-Tomaré en cuenta tu consejo. Pero se necesita de dos personas para formar algo.
-Y hay dos personas.
-No es tan así.
-Que tercos que son.
-¿Cómo está tu madre?- Dije para cambiar de tema.
-Mmm... digamos que bien, fui a verla y estuvo lúcida en todo momento. Eso fue un alivio porque había ido a visitarla el martes y fue un desastre.
-Tranquila. Yo hablé con la enfermera y dijo que los momentos buenos de Amy son cada vez más. No hay que perder la esperanza de que vuelva a ser la misma de antes.
-Ojalá así sea tío, pero siento que aún así, si ella sale del psiquiátrico seré yo la que deba estar pendiente de ella como una madre.
-No será así, lo prometo. Eres joven y tienes una vida por delante. Yo voy acompañarte en todo lo que sea necesario.
-Gracias tío.- Vino a mi lado y me abrazó. Adoro a esta chica y la considero como a una hija más.
-¿Quieres quedarte a dormir?
-De acuerdo. ¿Puedo ir a la oficina mañana?
-Claro, ¿quieres ver al abuelo?
-No, quiero comentarle algo a Lexie.
-Veo que te estás llevando muy bien con ella.
-Así es.
-Está bien, puedes subir arriba si quieres.
-Hasta mañana tío, descansa.
-Hasta mañana Chris, que duermas bien.

Preparaba mi pequeño vaso de whisky cuando mi celular sonó. Vi la pantalla y era Jacob.
-Amigo, ¿qué estás haciendo?
-Bel acaba de dormirse, Christine se queda a dormir y yo tomando mi vaso diario de whisky.
-¿Puedo acompañarte? Necesito uno de esos.
-Claro, pero no hay que hacer ruido.
-Vamos a tu estudio.
-Perfecto, te espero.
Llevé las cosas al estudio para que el ruido no molestara a las chicas y lo esperé en la puerta.
-Mark, ¿cómo va todo?- Dijo al verme.
-Pasa y te cuento.
Nos sentamos en los sillones y comenzó nuestra terapia.
-A ver que es eso que tienes para contar.
-Besé a Lexie.
-Mmm...besaste a Lexie, ¿y con eso cómo te sientes?
-Ya deja de hacer bromas, no eres psicólogo.
-Estoy bromeando tranquilo. Es que todo es tan simple amigo, lo complicas aún más.
-Yo no complico nada Jacob.
-Claro que sí, estás enamorado de ella entonces empieza a moverte y avanza grandulón.
-No estoy enamorado, me gusta y sé que quiero tenerla a mi lado.





-¿Y eso no es estar enamorado?
-No.
-Bueno llámalo como quieras llamarlo pero no te quedes sentado esperando a que algo pase, si tuviste el coraje de besarla ahora ve por más.
-Es lo que planeo. ¿Y tú? Se te ve fatal.
-Ni que lo digas. Tuve un día horrendo de trabajo y luego quise ponerme en contacto con la enfermera de Amy y no he podido.
-Ya te dije que no te estreses tanto por eso.
-¿Cómo no voy a preocuparme por ella Mark?
-Está bien Jacob. Está igual que siempre, sólo una leve mejoría.
Desde que somos chicos que sé que mi amigo siente algo por Amy, aún no estoy seguro de cuáles son sus sentimientos por ella, pero no le es indiferente.
-¿Qué hace Chris acá?
-Pasó a saludar y le dije que se quedara a dormir, además quiere ir a la oficina mañana para ver a Lexie.
-¿A Lexie?
-Lo mismo pregunte yo, parece que se están llevando bien.
-Ahí suma un punto a favor.
-Gracioso.
-¿Qué tal Bel con Sara?
-Ni lo digas, creo que debo hablar con el abogado.¿Sabes para qué la quería?
-¿Para qué?
-Para estar con un hombre y hacer el papel de buena madre.
-Yo te recomendaría que hables primero con Sara y luego con el abogado. Cuidado si actúas a espaldas de ella, sabes como es.
-Sí, debo tener cuidado. Un paso en falso y no quiero pensar de lo que es capaz.
-Tú si que sientes atracción por las mujeres locas.
-Ya viste.

Bebimos un rato más y conversamos por una media hora. Luego de que se fuera me di una ducha y a la cama. Di vueltas entre las sábanas, tratando de pensar qué podría hacer para atraer a Lexie al día siguiente. Esto era todo un desafío para mí, me dormí pensando en ella y me levanté de la misma manera en la mañana.
Preparé el maletín del trabajo, hice el desayuno para los tres y subí a despertar a Isabel y Chris.
-¡Arriba bellas durmientes!
-Un ratito más papi.- Dijo Bel aferrándose a su almohada.
-Un ratito más tío.- Dijo Chris colocando la almohada arriba de su cabeza.
-Claro que no, Bel la maestra Mel se enojará si llegas tarde y Chris, Lexie no podrá atenderte si llegamos tarde.
Como dos propulsores ambas se levantaron de un golpe y corrieron hacia los baños. Me sacaron una carcajada, sabía con que extorsionarlas ahora.
Bajé para servir el té y agarrar mi maletín del estudio. Casi muero de un infarto cuando vi a mi madre parada detrás mi escritorio. Su cara no demostraba haber venido por algo bueno.





-¿Mamá?¿Qué haces aquí?
-¿Es necesario contestar a eso? Soy tu madre, por supuesto que puedo entrar y salir cuando se me plazca.
-Claro, ¿qué necesitas?
-No sé, dímelo tú.
-¿De qué estás hablando?
-¿De qué hablo? Estás haciendo a un lado a tu padre, me entero de que discutes con él, no me llamas, desapareces del mapa, Sara me cuenta que la niña con ella está mucho mejor. ¿Qué clase de padre eres?
-¡No quiero oír otra cosa como esa! No te saco a la fuerza de aquí porque eres mi madre. ¿Cómo te atreves a decirme eso? Claramente eres igual a papá, peleé con el porque no fue capaz de cuidar a Bel, tanto así que Amy terminó llevándosela. En segundo lugar, te comento que Sara se la llevó este fin de semana para estar con un hombre y tercero creo que mi hija puede decirte la clase de padre que soy. Si me disculpas, tengo un desayuno que terminar.
-¡Mark!¡Mark, vuelve aquí en este instante!
No quería escucharla más, así era mi madre. Podía confiar en lo que cualquiera le decía menos en su hijo. Jamás fui suficiente para ellos, ni Amy ni yo.
Al llegar a la cocina las chicas ya estaban sentadas en la mesa con la boca abierta seguro por haber escuchado la discusión.
-Está la abuela, si tienen ganas de saludarla vayan al estudio.
-Por supuesto que hay ganas, no necesitan ir al estudio.- Dijo mi madre detrás de mí.

La ignoré todo el desayuno, ella sólo se limito a hablar del futuro de las chicas. No entendí como podía hablarle de eso a una niña, es una criatura. Todavía piensa en dulces y princesas.
-Madre, debemos irnos.
-Está bien, tenemos una charla pendiente Mark.
-No, tú y yo no tenemos nada. Ya dejé claro mi punto.
Subimos al auto y para sacar el horrible clima que había dejado mi madre encendí la radio.
-Papi, ¿te peleaste con la abuela?- Dijo mi hija encima de la música.
-No es nada pequeña.





-Pero yo los escuché gritando. ¿No es verdad Chris?
-A mí no me metas en esto.
-Gallina.- Dijo mi hija a Chris sacándole la lengua.
-No hagas eso Bel.
-Pero no me dices la verdad, papi.
-Es cosa de grandes.
-Yo soy grande.
-Sí, lo eres princesa.
-Escuché lo que decían y sí papi, eres el mejor del mundo.
No dijimos nada más en el camino. Debo decir que el comentario de Bel me había sacado una sonrisa que difícilmente se me borraría el resto del día.

Dejamos a Isabel en el jardín y fuimos directo a la oficina. Deseaba con todas mis fuerzas que Lexie ya estuviera allí y así era, ella ya estaba sentada en su despacho analizando unas carpetas. Habíamos decidido que hoy fuera la reunión de personal y todo tenía que estar listo.
-Chris, si quieres ve a hablar ahora con ella. Luego tenemos una reunión y será complicado.
-De acuerdo.
Fui hasta mi oficina para dejar mis cosas y cerré las cortinas para poder espiarlas libremente. Sé que no debería hacerlo, pero esto es mas fuerte que yo.
No entendía eso que tenían para hablar pero ambas reían sin parar y Lexie tuvo una sonrisa en el rostro todo el tiempo,le quedaba perfecta. Luego, ambas se pararon y Chris la abrazó. Me quedé pasmado, al ver que Lexie correspondía a su abrazo. Creí que se estaban despidiendo y tomé eso como el momento perfecto para entrar.

Di unos golpes en la puerta hasta que Lexie dijo:
-Adelante.
-Disculpen, buen día Lexie.
-Buen día Mark.
-¿Chris ya estás lista?
-Sí, tío.
-Bueno, voy a llevar a Christine al colegio puedes preparar las cosas en la sala de reuniones Lexie.
-Por supuesto.
-Gracias.
-Adiós Lex.
-Adiós Chris.
Al subir al auto no pude evitar preguntarle:
-Cuánta confianza que tienen.
-Es genial, tío. Me aconseja muy bien y es tan graciosa. Ojalá fuera mi madre.
Cayó como un balde de agua fría sobre mí su comentario; no sabía como tomarlo.
-Lo siento...amo a mi mamá, no quería decir eso.
-Está bien Chris, es lógico lo que sientes. No tienes una figura femenina que te aconseje y Lexie lo está haciendo bien contigo.
-Así es.
No dijimos nada más en todo el viaje pero cuando llegamos al colegio y mi sobrina se bajó antes de cerrar la puerta dijo:
-A ella también le gustas.- Cerró la puerta y salió corriendo.
Me reí por su comentario y encendí nuevamente el auto. Así que le gusto a Lexie Clark.

Conduje lo más rápido que pude hasta llegar a la empresa, dejé que el empleado estacionara el vehículo y subí hasta mi planta.
-Señor, ya todo está listo.- Dijo una de mis secretarias.
-Gracias.
Al llegar, ya estaba todo listo como había dicho.
-Buenos días a todos.- Dije a modo de saludo. Lexie había hecho un buen trabajo en la distribución de los lugares sólo que ella se había puesto bien lejos de mí, algo que no iba a aceptar bajo ninguna circunstancia.
-Señorita Clark, por favor necesito que tome asiento a mi lado.
Noté como sus mejillas se encendían en un rojo intenso y me lanzaba una mirada amenazadora, mientras tanto todos prestaban atención a lo que sucedía, incluida Sara.

Di comienzo a la reunión, comencé hablando de los números alcanzados hasta el momento, el objetivo a cumplir, los cambios de personal, las nuevas políticas de la empresa. Luego de una hora y media la reunión llegaba a su fin, coloqué una mano sobre el regazo de Lexie a modo de aliento por su trabajo y ella se sobresaltó por mi contacto derramando su café en mi camisa. 
-Oh...lo siento tanto...Sr. Turner.
-Acompáñeme a mi oficina.- Todos miraban boquiabiertos lo ocurrido, Lexie me siguió hasta mi oficina y cerré la puerta detrás de nosotros.
-Lo siento tanto Mark, perdóname.
-No es nada Lexie, es solo una camisa.
-¿No vas a despedirme?
-¿Cómo voy a despedirte Lexie?
-Entonces para qué me trajiste a tu oficina.- Dijo cruzándose de brazos.
Fui avanzando hasta lentamente mientras ella retrocedía hasta que chocó con mi escritorio y no tuvo más salida.
-Quería comprobar un punto.
-¿Qué...punto...?
-Que te estremeces con mi contacto.
-Eso no es cierto.
-¿Quieres apostar?
Me pegué a ella, cuerpo con cuerpo, sintiéndonos a la perfección. Acerqué mi boca a su cuello y comencé con pequeños besos hasta llegar al lóbulo de oreja, lo mordí. Y ella emitió un leve gemido.
-Te lo dije.
-Eso no prueba nada.
-Entonces esto sí.
La besé como si fuera mi vida en ello, la tomé por la cabeza y profundicé el beso, comencé a decender mis manos por su cuerpo escultural, la quería allí mismo pero quería que fuera especial, fui bajando la intensidad y apenas me separé de ella.
-Te imagino sobre este escritorio pero te mereces algo mejor.
-Con que tú también con la idea del escritorio.
-¿Qué?

10 comentarios :

  1. Huy como ha quedado eso de "tu también con la idea del escritorio". A que se refiere Lexie?
    Vaya madre que le toco a Mark, es una mujer bastante irritante y difícil .
    Espero que poco a poco Lexie se ablande y deje que Mark la enamore.
    Cada día me gusta mas esta historia. Gracias.
    Un beso.

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    1. Mmm las malas influencias de Mel a Lexie se hicieron presentes con la idea de tener relaciones con el jefe en el escritorio.
      Con la madre de Mark y con el padre que tiene podemos ver que no tuvo una infancia fácil.
      Ya en el próximo capítulo vas a ver como Lexie se ablanda sorpresivamente.
      Gracias por leer y dejar tu comentario linda.
      Un beso enorme.

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  2. Dios q mania cn escritorios...jaja... Esperemos q lexie le d una oportinidad...

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    1. Jajaja no puedo asegurar que será en el próximo capítulo pero la idea del escritorio está.
      Besos

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  3. Oh por dios no lo puedo creer escritorios dios mio chris como que también le comento algo asi a ella dios muero ellos son únicos y bellos me encanta estoy enamorada.... de mark

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    1. Jaja Mark es un robacorazones, imposible no enamorarse de él con todos sus cambios.
      Gracias por leer y comentar.
      Un beso grande.

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  4. jajajjajajajajajaja ESE ESCRITORIO!!!
    jajajajajaja por fin al dia!!!
    Me han encantadooooo quiero massssssssssssssssss!!!
    vamos que ese hombre me tiene loka!!
    Un Beso y abrazo de OSO!!

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    1. Jajaj ese escritorio da que hablar.
      Mark nos trae a todas locas.
      Gracias por leerme Meli.
      Un beso enorme!!!

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  5. Uff que peligro tienen los ascensores!!! Y por lo visto los escritorios también!!
    Vaya con la mamá pues si que es un bicho.
    Maravillosa capitulo.
    Con ganas de leer mucho mas.
    Un beso.

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  6. Ay Dios, ay Dios. Pero que ganas tenía de este contacto que ya venía desde la escena del ascensor. Si es que se mueren el uno por el otro pero Lexie es una cabezota aunque en parte entiendo sus razones para no estar segura de dar ese paso con Mark. Vaya capítulo, de verdad que me encanta, y la relación entre la sobrina de Mark y ella, así parece que de una forma u otra estará en la vida de Mark. Deseando el próximo capítulo, intentaré leerlos y comentarlos al día. Esto en cada capítulo se pone mejor.
    Un beso grande

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