martes, 21 de octubre de 2014

Capítulo 25

Lexie

Al abrir mis ojos en la mañana me encontré con el rostro de Mark pegado al mío sonriendo.  


-¿Quieres matarme del susto?- Dije.
-Ouch, ¿tan feo soy?
-Eres perfecto.- Dije depositando un delicado beso en sus labios.- Pero no estoy acostumbrada a tener a alguien mirándome por la mañana.
-Entonces tendrás que acostumbrarte porque debo decirte que me encanta ver como duermes.
-¿Cómo duermo? Por Dios Mark.
-Bueno...solo roncas un poco pero por lo demás te ves hermosa.
-Mentiroso, yo no ronco.
-¿Debo aclarar que estaba despierto hace rato?
-No vas a convencerme.
-Como quieras...
-¡Que no ronco!
-¡Que si!
-¡Que no!

No pude contestar porque de un segundo a otro me tumbó debajo suyo y logró callarme con un salvaje beso.

-Adoro callarte a besos.- Dijo.- Y no, no roncas mi ángel, eres demasiado perfecta.
-Ja, lo sabía.

Sentí su miembro rozar mi entrada aún sensible por toda la actividad de la noche pasada. Mi sexo palpitaba a la espera de poder sentirlo dentro mío, pero todo se vió opacado.
La puerta se abrió de golpe y Mark volvió a su posición lo más rápido posible.

-¿Papi?¿Por qué estabas arriba de Lexie?
-Emm...estaba buscando una cosa en la mesa de luz.
-¿Qué cosa?
-¿Qué haces tan temprano despierta?- Dijo Mark tratando de salvarnos de esta embarazosa situación.
-Me duelen los ojos y la cabeza.
-¿Los ojos y la cabeza?
-Si papi, me duele la vista.
-¿Te sientes bien cariño?
 -No.- Dijo Bel sosteniendo su cabeza. Nunca la había visto tan seria y eso me alarmó de inmediato.
-Vamos ya mismo al doctor.- Dije poniéndome de pie y llevando conmigo una de las sábanas para cubrir mi desnudez.
-Espera Lex, no creo que sea nada grave.- Dijo Mark.
-¿Estás de broma Mark? No voy a quedarme sentada esperando a que algo pase. Ya me sucedió una vez.- Dije demostrando que mis palabras nunca fueron tan sentidas.

Entré directamente al baño para ducharme y cambiarme de ropa. Mark entró detrás de mi.

-Lo siento, Lex. 
-¿Qué sientes?
-Tratar todo con tanta liviandad, no tuve en cuenta lo que te ocurrió a ti.
-No tengo ganas de hablar de eso.
-Lo sé pero quería que supieras eso.
-Está bien.
-Te dejo bañarte. Voy a cambiar a Bel.
-De acuerdo.

Mark cerró la puerta detrás de él y yo me metí en la ducha inmediatamente. No me gusta tener que discutir con él sobre estos temas tan delicados pero ¿cómo puede conservar la calma al ver así a su hija? Sé que la ama y se volvería loco si algo le pasara pero su tranquilidad me desespera.
Me bañé y cambié lo más rápido que pude para bajar a buscarlos luego. Al llegar a la cocina ellos ya estaban listos.

Subimos al auto y al cabo de unos minutos ya estábamos fuera del hospital.
Mark se acercó a la recepcionista y yo tomé asiento junto a Bel en una de las sillas.

-¿Cómo te sientes pequeña?
-Me sigue doliendo la cabeza.
-Ven, apoya tu cabeza en mis piernas.- Ella me hizo caso y yo comencé a dar suaves masajes en su cabeza.-¿Mejor?
-Sí.- Dijo ella.
Mark se sentó a mi lado y al mirarlo a los ojos pude ver que en verdad estaba preocupado.
-Tranquilo.- Dije.
-Dijeron que el oftalmólogo la llamará en unos minutos.

El tiempo no pasaba y los minutos se hacían eternos, de un momento a otro Bel comenzó a removerse desesperada en piernas.

-¿Bel qué te ocurre?- Dije ya colapsada.
-Me duele, me duele.- Dijo llorando.
-¡Mark, llama ya mismo a un médico!
-¿Qué?
-Mueve tus piernas maldita sea y llama a un médico.

Una enfermera se acercó a ayudarnos rápidamente y calmando a Bel la llevaron a una habitación para poder colocarle suero y mantenerla hidratada hasta que el oftalmólogo llegara a revisarla.
Mark y yo permanecimos en silencio junto a ella, luego de haberle gritado no tuve el valor para volver a hablarle.
La puerta finalmente se abrió y el doctor entró por ella.





-Disculpen la demora, soy el Dr. Williams.¿Qué le ocurre a esta jovencita?
-Esta mañana se ha despertado con un fuerte dolor de cabeza, un agudo dolor de vista y hace unos minutos un ataque.- Dije.
-Ya veo...Bueno, procederé a revisarla y ver qué le ocurre.

El doctor se tomó su tiempo para hacerle sus preguntas y revisarla adecuadamente, le hicieron un par de placas y después de media hora volvió a la habitación.

-Bien, ya tenemos los resultados.
-¿Y bien?- Dijimos Mark y yo al mismo tiempo.
-Bueno, según los estudios y a mi parecer no es nada grave. Pueden quedarse tranquilos. Según tengo entendido Isabella nunca había venido a un control, ella no tiene una visión óptima por lo que el esfuerzo que hizo en este último tiempo agotó su vista provocando fuertes dolores de cabeza y de ahí la razón de estos. Podemos solucionarlo con lentes por lo que verán que no es nada de lo que haya que preocuparse.- Mark y yo soltamos el aire que veníamos conteniendo, aliviados por la noticia.

Luego de agradecerle al doctor por su atención a Bel, Mark firmó unos papeles y finalmente pudimos volver a su casa. Isabella subió a su habitación para poder descansar y yo preparé unas tazas de té en la cocina. Cuando Mark regresó tomé asiento junto a él.

-Mark, siento la forma en la que te he tratado hoy.
-Está bien Lex.
-No, no está bien. No debería haberte gritado como lo hice. Me asusté y la situación me superó.
-Lo sé.
-¿Escuchaste lo que acabo de decir?
-Si estás esperando a que no te perdone o qué me enoje estás equivocada. Ya te he dicho que lo sé, sé que todo esto es horrible para ti. Sé que no fue tu intención gritarme. Sé que eres una mujer extremadamente fuerte por haber llevado adelante este día. Yo también entré en pánico y solo puedo agradecerte por quedarte a mi lado.
-Estaba preocupada.
-Lo sé mi ángel, ven aquí.

Me sostuvo en sus brazos permitiendo que soltara mis lágrimas y me desahogara.

-Estoy tan asustada Mark.
-¿De qué?
-De todo, estoy asustada por cualquier cosa que le pase a Bel, estoy asustada por todo lo que estoy sintiendo contigo, estoy asustada por perder mi trabajo, estoy asustada de mi ex esposo y Sara, simplemente estoy asustada.- Dije ya colapsada.
-Tranquila, tranquila. A ver mi ángel, no quiero que vivas preocupada por Bel está bien, es una niña sana y quiero que la disfrutes no que estés nerviosa porque algo pueda pasarle. Por lo nuestro no eres la única que está asustada Lex, todo nos está sucediendo tan rápido pero a la vez no me arrepiento de nada por lo que hemos pasada. Quizás hubiera evitado algunas discusiones pero todo fue necesario para poder llegar hasta este punto.
-Lo sé, yo tampoco cambiaría nada.- Dije sonriendo.
-El trabajo no lo perderás pase lo que pase y yo me aseguraré de ello. Por tu ex esposo y Sara déjame a mí que averigüe en qué andan, quiero que te sientas protegida Lexie, yo voy a estar a tu lado siempre ¿sí?
-¿Lo prometes?
-Lo prometo.

Me quedé hasta el atardecer con ellos, jugué con Isabella, aprendí a hornear con Mark y vimos juntos una película. 
Luego, salí después de haber tenido una mini discusión con Mark ya que quería traerme a casa en auto.
Quedaban unas pocas cuadras para que llegara a casa cuando alguien me tomó por el cuello y me estampó contra una pared de ladrillos.






-¡Déjame!- Grité como pude al ver que las manos que me apretaban eran las de James.
-¡Zorra! Dijiste que nada tenías con ese jefecito y mira como te lo tiras puta.- Dijo escupiendo mi cara y afirmando su agarre.
-Suéltame.- Dije llorando.
-¡No! No te dejaré en paz hasta que te entre en la cabeza que tú eres solo mía.
-No puedes...hablar en serio...encima que engañas a quien era tu amante con otra, eres pura basura.
-¿Cómo sabes que hay otra?- Dijo sorprendido.
-No importa, solo lo sé.
-Contesta.- Dijo con los ojos inyectados en sangre impidiéndome respirar adecuadamente.
-Lo...di..cen...en la....oficina. Varios...los...vieron.- Mentí.
-Maldición. Debo irme ahora, tengo varias cosas para arreglar pero no te vas a librar tan fácil de mí.- Tomó mi rostro a la fuerza y metió su lengua en mi boca por unos segundos, luego me dejó tirada en la calle.

Me sentía sucia, denigrada, me daba asco verme al espejo. Las marcas estaban tatuadas en mi cuello como recordatorio de lo que podía ser capaz. No pude resistir por más tiempo y comencé a llorar.
Cuando me había prometido no volver a llorar nunca más en un mes había roto esa promesa con creces.
Traté de comer aunque fue en vano ya que mi estómago no podía tolerar comida por lo que decidí llamar a Mel para distraerme un poco y saber de ellos.

-¡Lexie!¿Cómo estás?¡Tú eres la que no responde mis llamados!
-Lo siento, fue un día complicado.¿Cómo llegaron?
-Muy bien por suerte, esto es alucinante Lex. Me encantaría que estuvieras aquí conmigo.
-Que bueno que sea así.
-¿Lex?
-¿Sí?
-¿Qué es lo que te pasa?
-Nada.
-Puedo estar a bastantes kilómetros pero tonta no soy, ya mismo me dices que te ocurre o ya mismo tomo el primer vuelo a Londres.
-¿Estás loca?
-Muy, así que te conviene hablar.
-Está bien, está bien. Ocurrió algo con James.
-¿Qué hizo ese desgraciado?- Pensé en contarle como me había atacado pero ¿cómo podría ser tan cruel y arruinarle sus vacaciones con su novio?
-Nada, solo discutimos. Lo de siempre.
-Oh Lex, me asustaste. ¿Segura que es solo eso?
-Sí, Mel.
-Escucha no me siento segura sabiendo que estás sola por favor deja que Mark te cuide.
-Por Dios, tú también con eso.
-¿Ya te lo ha dicho?
-Sí.
-Ese hombre me gusta.
-Tú ve con el tuyo.
-Bueno...huelo celos por aquí.
-Estás demente.- Dije riendo.
-¿Te das cuenta lo increíble que soy? Hasta a la distancia logro hacerte reír.
-Lo sé, eres única.
-No es noticia.
-De acuerdo...alguien se cree demasiado...te dejo y mañana hablamos.
-De acuerdo y contesta tu teléfono.
-Entendido.
-Adiós.
-Adiós, te quiero.
-Y yo a ti.

Más tranquila después de hablar con Melissa fui a bañarme, decidí llenar la bañadera y sumergirme en un baño de sales para relajarme y que el agua se llevara los rastros de James.
No sé cuánto tiempo estuve pero apenas terminé me apliqué crema y me metí inmediatamente en la cama.
Al día siguiente miré horrorizada en el espejo como las marcas en mi cuello habían adoptado un color morado. Decidí cubrirlo con un poco de maquillaje y una bufanda, como si fuera poco el día era espléndido como para andar abrigándose.
Desayuné rápido y salí camino a la empresa para cumplir con mi trabajo, bastante ya venía fallando.

Al llegar a mi oficina me encontré con Christine de pie allí, detrás de mi escritorio.



-¿Chris?¿Qué haces aquí?
-Tengo una cita...
-Mmm con que por eso estabas tan arreglada.
-Sí...
-¿El mismo chico de siempre?
-No...
-¿Cómo que no?¿En qué andas Chris?
-No importa.
-Claro que sí, ¿con quién vas a verte?
-No tengo ganas de hablar Lex.
-¿Ah no? Entonces para qué has venido.
-Venía a pedirte que convencieras al tío Mark de que le dé permiso a Jacob para que me deje salir.
-¿Planeas que ahora mismo lo convenza y más sin yo misma saber con quién vas a verte?
-Por favor Lexie, nunca más volveré a molestarte.
-Dios...mira en el lío que me metes. Está bien, iré a hablar con él.
-Gracias, eres la mejor.- Dijo abrazándome.

Fui hasta la oficina de Mark y lo encontré en su escritorio muy concentrado en sus papeles.

-Buenos días mi ángel.- Dijo sin levantar la vista.
-¿Cómo sabías que estaba aquí?
-Puedo sentir tu perfume a kilómetros.
-¿Uso demasiado?
-No, es perfecto.- Dijo levantando su vista.-¿Qué haces con una bufanda en pleno día soleado?
-Sentí un poco de frío.- Mentí.
-¿Tú con frío? Han habido días helados y tú no has usado bufanda.- Dijo poniéndose de pie.
-Bueno...hoy quería usar.
-De acuerdo...hagamos como creo lo que dices ahora quitatela que quiero besarte.
-No es necesario que me la quite.
-Lexie...
-¿Para qué quieres que me la quite?
-Porque sí.
-Bueno, yo no quiero.
-Yo sí.
-Basta Mark.- Dije alejándome de él.

No sé cómo lo hizo pero en un astuto movimiento logró sacarme la bufanda dejando al descubierto las marcas en mi cuello. Pude ver el horror en sus ojos al verme.

-¿Qué demonios tienes ahí?
-Nada.- Dije cubriendo mi cuello con mis manos instintivamente.
-Déjame ver.
-No Mark.
-¿Quién te hizo eso?- Dijo aún más preocupado.
-De verdad, no es nada.
-Demonios, maldita sea. Dime quién te ha hecho eso.
-Mark...por favor...
-¡Por favor te lo pido yo!
-Fue James.- Dije soltando una lágrima.
-Eso es todo, voy a acabarlo aunque me cueste la vida en ello.- Dijo con decisión.
-Mark, por favor no hagas locuras.
-¿Locura?
-Locura es lo que él te ha hecho.
-Lo sé pero yo puedo controlarlo.
-¿Puedes? Mira como te ha dejado. Te dije ayer que te acompañaba pero al parecer no quieres entender.
-¡No fue mi culpa, demonios!¿Qué querías que hiciera?
-Que escuches cuando te hablo. Nada es seguro en estos momentos.
-¿Y crees que no lo sé?
-Al parecer no.
-Está bien Mark, has lo que quieras.

Intenté marcharme pero Mark impidió que lo hiciera tomando mi brazo.

-Dios, lo siento. Soy un imbécil. Habrás tenido un momento horrible y yo lo empeoro pero tengo terror por ti.
-¿Me abrazas?
-Claro, amor. Ven aquí.

Sus palabras entraron en mi pecho como dos dagas atravesándolo. Ya estaba todo dicho. Mark ya tenía el poder para destruirme.

-¿Qué has dicho?
-¿He dicho algo malo?
-Me has llamado amor.
-Yo...
-¿Mark?¿Qué nos está pasando?




6 comentarios :

  1. ay!! quiero llorar... él es tan lindo!!!!
    Excelente capitulo, felicitaciones.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Mark y Lexie juntos son muy lindos, a veces me gusta ponerme en su piel y pensar que es posible que exista alguien así jaja.
      Gracias por leer.
      Un beso grande!

      Borrar
  2. Que capitulo mas bello que miedo me dio con Bel y que desgraciado su ex!!!
    Un beso mi barbi bella!!!
    QUIERO MAS!!!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias por estar otro capítulo presente linda!
      Te mando un beso enorme!

      Borrar
  3. ¡Hola Barbie! Un capítulo lleno de emociones. He sentido mucha pena y a la vez ternura por Bel, aunque al final todo ha quedado en un susto. Me gusta ver con Lexie se preocupa tan intensamente por Bel, a pesar de todas las cosas malas que le están pasando a ella siempre intenta cuidar de los demás. Esa manera de conectar con Mark es increíble, ambos tienen una relación tan fuerte que se entienden sin necedidad de palabras. La verdad, si yo fuera Lexie, o dejaría que Mark le diera una merecida paliza a James o se la daba yo.
    Gracias por sacar de tu tiempo para regalarnos otro capítulo a pesar de no disponer de mucho tiempo.

    Un beso enorme

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Por suerte no fue más que eso, un susto. Tendría que ser muy mala para escribir algo que le haga daño a Bel jaja yo ya me encariñe.
      Lexie ya tiene inculcado ese rol de madre y le resulta imposible no preocuparse por Bel como lo haría con su hija.
      No me gusta tener que retrasar capítulos pero a veces no queda otra opción.
      Gracias a vos por tomarte el tiempo de leer y dejar tan lindos comentarios.
      Te mando un beso grande.

      Borrar