Mark
Aún no entiendo como han cambiado tanto las cosas en tan poco tiempo. Estoy desconcertado por todas las nuevas emociones que van tomando lugar en mi pecho.
Poco a poco conozco a una nueva Lexie que me cautiva cada día más, con nuestro primer encuentro di por finalizada cualquier esperanza con ella pero resultó ser todo lo contrario a lo que yo pensaba. Parecía ser una mujer fría y calculadora pero eso era hasta saber las circunstancias por las que tuvo que pasar, ahora comprendo sus reacciones aunque por otro lado me asombra como está cambiando, ya de fría no le veo nada. Ahora entiendo cuando la gente dice que nunca terminamos de conocer a las personas porque cuando creemos conocerlas nos sorprenden. Yo creo que su manera de ser para con el mundo no es por lo que ha sucedido en su vida sino que es por lo que ella decide mantener dentro, el dolor y la amargura.
No estoy enamorado, eso lo tengo claro, sólo sé que esta mujer me atrae mucho, a niveles que nunca pensé podía llegar a gustar de una mujer y no me extrañaría terminar enamorándome de ella en un período corto de tiempo, con sus simples actos me trae como loco. Espero no equivocarme con ella como lo hice con Sara.
Luego de pasar a buscar a Isabel al jardín no pude evitar preguntarle por Lexie. Sigue siendo uno de los temas que más me preocupa y a la vez un obstáculo para poder avanzar.
-Hija, ¿qué te parece Lexie?
-¿Cómo que me parece papi?
-Claro, ¿qué te parece como persona?
-Es muy bonita, me trató mal la primera vez que la vi pero cuando tuvo que cuidarme me trató bien, aunque es un poco rara...
-Ya veo...quizás deberían verse un poco más seguido.
-¿Por qué?
-No lo sé, quiero que se lleven bien.
-Pero papi, casi no la veo.
-Lo sé Bel, pero estamos trabajando juntos mucho tiempo últimamente y me está ayudando con Chris. Lo más probable es que la veamos más seguido y no quiero problemas.
-Está bien papi, yo voy a portarme bien.
-Eso lo sé cariño, gracias.
Llegamos a casa, la ayudé con sus tareas, le preparé un buen baño caliente y comimos juntos. Luego de la cena la llevé a su habitación para peinarle el cabello y arroparla. Me da rabia que Sara haya resultado ser alguien totalmente distinta a la mujer que pensé que era, una madre es la que debería encargarse de arreglarla y cepillarle el pelo, no un padre. Además, la escena que me montó en la oficina diciendo que soy un sinvergüenza que se acuesta con toda empleada con falda me demostró cuánto me equivoqué con ella. Quiero que cuando Bel crezca tenga una figura femenina de quién guiarse y no la tiene, cosa que me llena de frustración.
Me acosté a su lado para contarle un cuento y lograr que se durmiera. Estaba por la mitad de este cuando me abrazó por la cintura y dijo:
-Está bien papi, no necesitas llegar al final. Ya tengo sueño, gracias por todo lo que haces por mí. Eres el mejor papi del mundo y estoy feliz de tenerte.
Quería responderle pero un nudo se había formado en mi garganta impidiendo que las palabras salieran. Me limité a abrazarla fuerte contra mi pecho y besar su cabecita.
Así logré dormirla, la tapé con su manta y volví al living. Pensé en llamar a Lexie para ver como iban las cosas con Chris pero no quería molestar, quizás ya estarían durmiendo después de un día tan agotador por lo que decidí enviar un mensaje:
"Hola Lexie, no quiero llamar por si están durmiendo ¿va todo bien?¿qué tal Chris?"
Me serví mi vaso de whisky mientras tomaba asiento en mi sillón preferido y la respuesta no tardó en llegar:
"Hola Mark, estamos bien. Está algo sensible pero no durará mucho. En la oficina hablamos ¿si? Que descanses"
Quería poder seguir hablando con ella aunque fueran por estos tontos mensajes de texto pero si ella quería hablar en la oficina lo respetaría.
Limpié los platos de la cena, me duché y me metí en la cama. Últimamente se me hace muy difícil conciliar el sueño y la responsable es una sola persona. Lexie.
A la mañana llevé a Isabel a la escuela más temprano para poder conversar con mi padre antes de que los empleados llegaran en el caso de que tuviéramos que pasar por otra discusión. La semana con él había sido estupenda, se había ido de viaje de negocios y la paz reinaba en la empresa. Ahora no estoy seguro de que las cosas sigan así.
Cuando llegué a mi planta mi padre ya estaba allí dando instrucciones a su secretaria.
-Mark, hijo, me alegra verte.
-Hola papá.
-Me enteré que la reunión ha salido de maravilla, te felicito por tu trabajo.
-No hubiera podido hacerlo sin Lexie Clark.
-Oh, ya veo que se están llevando bien entonces.
-Digamos que sí.
-Vamos, acompáñame a mi oficina así podremos hablar más tranquilos.
-De acuerdo.
Lo seguí y tomé asiento frente a su gran escritorio.
-¿Algo de beber?
-No gracias, desayuné recién con Bel.
-¿Qué tal la pequeña?
-Bien, podrías pasar a verla y jugar un rato con ella.
-Sí, por supuesto, cuando tenga tiempo iré.
Quise darle una bofetada en ese instante ¿cuándo tuviera tiempo?¿hacer un hueco en su agenda para ver a su nieta? Pero claro, que podía esperar si apenas me prestaba atención a mí de pequeño y también de grande.
-Quería hablar sobre un tema que planteamos con la Srta. Clark.- Dije yendo directamente al punto en cuestión.
-Dime.
-Estuvimos observando que los sueldos de los empleados con los puestos más altos son exagerados mientras que empleados con puestos inferiores son demasiado bajos. Lo que planteamos es ser justos, aumentar un poco el sueldo de aquellos que tienen un salario bajo sacando de la diferencia de los que tienen un salario muy alto.
-¿Estás de broma verdad?
-Claro que no.- Dije frunciendo el ceño, ¿cómo podía estar bromeando con una cosa así?
-No puedo hacer eso Mark, muchos de mis amigos son los que gozan de esos altos salarios después de hacerme tantos favores a mí y a la empresa, no les bajaría el sueldo por nada en el mundo.
-De acuerdo, no les bajes el sueldo pero es injusto que tantos empleados que trabajan hasta altas horas reciban tan poco dinero por su trabajo, auménteles el sueldo.
-Las cosas están bien como están. No se si eres tú el de la idea o esa rubiecita te está lavando la cabeza pero termina con estas cosas Mark y concéntrate en tu trabajo.
-¡Estoy concentrado!¡Trato de ser justo!¡Nadie me lava el cerebro!
-Ya cállate, todos están escuchando.
-Está bien, haz lo que quieras. No tengo ganas de seguir perdiendo el tiempo.
-Más respeto, soy tu padre.
-El respeto lo perdiste hace tiempo.
Cerré de un portazo y me metí de lleno en mi oficina, quería golpear algo o romper lo primero que tuviera a mi alcance pero Lexie me estaba mirando desde su oficina y no tenía el valor para hacerlo, no frente a ella. Odio que me vea descontrolado en este estado. Ella dejó lo que estaba haciendo y vino hasta donde me encontraba.
-Mark...¿estás bien?
-No del todo...
-¿Discusión con tu padre?
Asentí.
-Ahora vengo.
Me preguntaba que había ido a hacer pero lo único que quería era volver a casa y tumbarme en mi cama.
-Te traje un té, quizás ayude con los nervios.
-Gracias Lexie.
-No es nada.
-¿Podrías dejarme un rato solo?
Vi la duda en sus ojos pero asintió y se marchó, luego me disculparía por eso con ella pero necesitaba un momento de soledad como lo vengo haciendo desde niño, prefiero descargar conmigo mismo mis problemas que pagarlo con los demás. No querría desquitarme con Lexie, no después de que venimos tan bien juntos.
Me encerré en mi oficina toda la jornada hasta terminar mi trabajo, antes de que se cumpliera la hora de salida fui hasta la oficina de Lexie.
-Permiso ¿puedo pasar?
-Claro.- Dijo ella dejando a un lado los papeles que estaba tratando.
-Lexie...quería disculparme por mi actitud de hoy. Siempre que surge un problema necesito un tiempo solo para pensar y no desquitarme con otras personas.
-Está bien Mark, lo entiendo. No necesitas disculparte.
-¿Cómo estás con Chris?
-Perfectas, anoche nos quedamos hasta tarde viendo películas juntas me sentí una adolescente nuevamente.- No pude evitar reír por su comentario, me las imaginaba a ambas juntas.
-Me alegro de que lo estén pasando bien.
-Hoy quizás vaya a dormir al hotel donde se hospeda mi madre ya que le presté la casa a Chris para que se viera con alguien.
-¿Para que se viera con quién?
-No puedo decir nada.
-Lexie...
-No.
-Lexie Clark...
-Dije que no y punto final, si quieres se lo preguntas a ella.
-Está bien, no insisto más. ¿Por qué no te quedas en casa? Creo que es justo.
-No podría Mark.
-Claro que sí, es sólo una noche. Te puedes quedar en el cuarto de huéspedes.
-Creo que es mejor ir al hotel.
-Lexie, vamos no es nada.
-No voy a poder Mark.
-¿Por qué?
-Tu hija...
-¡Oh! Sí, ya entiendo...¿Si la dejo con mi amigo?
-Entonces podría ser un sí.
-De acuerdo, dame unos minutos que hablo con él.
Marqué rápidamente su número.
-Hola Jacob.
-Mark. ¿Todo en orden?
-Sí, necesito que me hagas un favor.
-Solo dime.
-Necesito que cuides de Bel solo por esta noche.
-Oh no...justo hoy que tenía una rubia perfecta para la noche.
-¿Estás hablando en serio?
-Claro que no, tonto. Por supuesto que puedo cuidarla.
-Tonto eres tú, gracias te debo una.
-Me debes miles.
-Lo sé, te marco luego.
-Adiós.
Colgué la llamada y seguí con Lexie.
-Ha dicho que sí.
-Está bien entonces.
-Te espero para la cena.
-De acuerdo.
-Hasta luego preciosa.
-No me llames así.
-No te preocupes ya se me ocurrirá otra manera de llamarte.
-Mientras no sea esa perfecto.
Sonreí y salí de su oficina. Era gracioso como había entrado con un humor de perros y salí con una sonrisa en mi rostro. Todo gracias a la magia de Lexie Clark.
Fui a buscar a Bel al jardín y me apuré para preparar la cena.
-¿Por qué voy a lo del tío Jacob un día de semana?- Dijo mi hija mientras veía como cocinaba.
-Porque tengo una cena Bel.
-Pero puedo quedarme en mi cuarto.
-Lo sé pero no me gustaría que estuvieras encerrada como un preso allí arriba.
-Algo me estás ocultando papi.
-Claro que no cariño.
-Está bien, voy a hacer mi bolso.- Dijo con la cabeza baja, si hay algo que odio es tener que ocultarle cosas a mi hija pero no quiero que piense nada raro hasta que las cosas sean seguras. En estos momentos siento que la estoy decepcionando y eso me hace sentir fatal.
El timbre sonó sacándome de mis pensamientos, iba a dejar lo que estaba haciendo pero debía sacar la comida del horno antes de que se quemara.
-¡Bel! ¿Puedes abrirle al tío Jacob?
-¡Sí papi!- Gritó mi hija desde las escaleras.
Saqué el pollo que estaba horneando y lo puse en una fuente, estaba lavando lo que había ensuciado cuando apareció mi hija en la cocina.
-Me mentiste.- Dijo entre triste y enojada.
-¿Qué?
-Me dejas por Lexie.
-¿Qué? Claro que no Bel.
-Sí, voy a terminar mis cosas.
Cuando fui detrás de ella, Lexie apareció y tomándome del brazo dijo:
-Déjame a mi.
-Creí que no podías estar con ella.
-Mark, yo sólo te pedí que no estuviera porque no sé cómo puedo llegar a reaccionar, puedo enojarme, reírme, llorar. No lo sé, cualquier cosa puede pasar pero eso no significa que no pueda relacionarme con ella. Déjame que hable, ahora está muy enojada como para hablar con papá.
-Está bien, es el último cuarto a la derecha.
Dejé que fuera a hablar con ella, no tenía idea que resultaría de aquello pero deseaba que Bel me perdonara. Estar mal con mi hija es lo peor que me puede pasar pero confío en que Lexie pueda ablandar la situación.
Me senté en el sillón del living esperando a que bajaran no tenía cabeza para pensar en otra cosa.
Luego de quince minutos que para mí fueron una eternidad bajaron tomadas de la mano, no será de hombre como suelen decir pero quería llorar en ese momento al verlas unidas.
Mi hija vino hasta donde me encontraba lentamente y me abrazó:
-Lo siento papi. No quise enojarme. No me ocultes más cosas. No me gusta.
-El que lo siente soy yo cariño, debí habértelo dicho pero quería contarte las cosas cuando estuviera más seguro.
-¿Más seguro de qué?
-De...
-Creo que estás incomodando a papá Isabella.
-Está bien, los dejo. Tengo que hacer mi bolso.
-¿Me das un beso princesa?- Le dije a mi hija, con eso sabría si las cosas entre nosotros estaban bien.
-Claro papi.
Me dió un beso y un abrazo tan fuerte que se me hacía difícil soltarla.
-Adiós Lexie.
-Adiós Isabella.- Dijo sonriéndole, aún la veo tensa junto a mi hija pero sé que eso se puede revertir, ya puedo notar los avances.
Bel subió a su cuarto a terminar su bolso antes de que Jacob llegara, Lexie y yo fuimos a la cocina a terminar la comida.
-Traje postre.
-Me salvaste, no tuve tiempo de hacer uno.
-¿Pensabas hacer el postre?
-Claro.
-Con que eres cocinero...
-De los mejores...
Ella se largó a reír, me hace tanto bien escuchar su risa, no es común en ella y disfruto mucho cuando logro verla así.
El timbre volvió a sonar interrumpiéndonos, este si debería ser Jacob.
-Hola Mark.- Dijo entrando.
-Al fin llegas.
-Lo siento, tenía unas cosas que terminar y me atrasé.
-Pasa.
Cuando llegó al living olvidé decirle que todo el tema de cuidar a Bel era por Lexie.
-¡Wow! Disculpa, no estoy acostumbrado a ver una belleza así todos los días.- Ella sonrío, Jacob más te vale alejarte de ella.
-Lexie Clark.- Dijo tendiendo su mano.
-Con que tú eres la famosa Lexie Clark, Jacob Dixon.
-Parece que alguien estuvo hablando de mí.- Dijo guiñándome un ojo, Jacob definitivamente es perfecto para humillarme.
-Quizás un poco, Jacob por qué no subes a buscar a Bel.
-Claro...
Di gracias a Dios que quedamos solos, un minuto más con mi amigo y quién sabe que otras cosas diría.
-No es que esté hablando siempre de ti, sabes. Te mencioné alguna que otra vez. Jacob exagera.
-Por supuesto....No pensaba otra cosa.- Dijo soltando una carcajada y negando con su cabeza, cuando estuviera a solas con él lo mataría.
-Bueno...Me llevo a esta hermosa princesa a casa.- Dijo Jacob con Bel en sus brazos.
Me acerqué para darle un beso y recordarle que pasaría por ella antes de ir al trabajo.
Cuando Lexie y yo quedamos solos en casa se notaba la tensión entre nosotros nuevamente, ese calor que me invade cada vez que la tengo cerca.
-¿Comemos?- Pregunté para distraerme.
-Claro.
Pusimos juntos la mesa y servimos la comida en los platos.
-Mmm...Mark no alardeabas cuando decías que eras de los mejores cocineros.- Dijo probando la comida. Yo estaba boquiabierto, no tiene idea el efecto que causa en mí verla saborear cuando come. Su cara es todo un espectáculo.
-Me alegro que te guste.
-Está genial, deberías enseñarme.
-Me encantaría.- Dije guiñéandole un ojo a lo que ella respondió sonrojándose.-Y bien...¿vas a contarme que es lo que está haciendo mi sobrina en estos instantes?
-Es algo entre ella y yo, si no fuera algo seguro jamás la dejaría. Confía en mi.
-Confío en ti Lexie.
-Mañana deberías hablar más tranquilo con Isabella.
-Sí, lo sé.- Dije soltando un suspiro.-Gracias por haber hablado con ella.
-Me alegra haberlo hecho, aunque fue difícil fue un gran avance para mí.
-Yo me alegro de que así sea.
Seguimos conversando de temas variados desde libros y películas a actividades que nos gusta hacer. Una vez satisfechos con la comida fuimos a la cocina en busca del postre. Lexie había traído una tarta de chocolate recubierta con frutillas y un pote de crema para acompañar
-Déjame que te ayude a destaparlo.- Dijo ella.
-Está bien, yo puedo.
-Insisto déjame que te ayude.
-Dije que puedo.
-Es a presión, puede llegar a....
No terminó la frase porque sucedió justo lo que iba a decirme, la crema saltó del envase directo a mi cara y ella no hizo más que estallar de la risa.
-Ja ja ja muy gracioso...- Dije quitándome la crema de los ojos.
-Es que...Mark...te lo dije....-Decía agarrándose el estómago por la risa.
-Veremos que tan gracioso es.
-No te atreverías.
-Oh claro que sí.
-Mark...
-Lexie.
-Mark...No...-Dijo cuando vio que untaba un poco de crema en mi mano y me dirigía hacia ella.
-Prepárate.
Ella corrió al rededor de la encimera por toda la cocina pero sus piernas no fueron tan rápidas y logré aprisionarla contra un mueble inmovilizándola. De un momento a otro las risas se apagaron y ese fuego entre nosotros volvió a hacerse presente. Nos quedamos por un minuto mirándonos a los ojos tratando de descifrar los sentimientos del otro hasta que no pude más y la besé. La besé desesperado, aguantar tanto tiempo sin probar de sus labios se me hace una tortura, como si necesitara de estos para vivir. El beso comenzó a hacerse más pasional y descendí por su cuello, aspirando su dulce aroma que me embriaga. Ella desabotonó mi camisa y pasó su mano por mi pecho en una suave caricia que me estremeció. Estaba asombrado de lo lejos que estábamos llegando. Le quité su blusa y quedé admirado por su cuerpo, llevaba puesto un sostén de encaje que le quedaba perfecto. Volví a besarla y cuando quise quitarle el sostén ella me detuvo parando en seco.
-Mark...perdón, no puedo.
-Lexie, lo siento. Me dejé llevar, te dije que te daría tiempo y eso haré.
-Lo siento de verdad.
-Shh.- Dije colocando un dedo en sus labios.- No lo sientas, vamos te llevo a tu habitación.
Subimos en silencio hasta el cuarto de huéspedes, coloqué su bolso sobre la cama y le dije:
-Tienes un baño, allí encontrarás todo lo necesario. Si necesitas algo mi cuarto está al final del pasillo. Y cambia esa cara no pasa nada.
-Lo sé, gracias.
-De nada preciosa.- Con un suave beso en los labios la dejé cerrando la puerta.
Iba por la mitad del pasillo cuando Lexie asomó su cabeza por la puerta.
-Mark.
-¿Si?
-La próxima vez que me llames preciosa te daré una patada en el trasero.
-Ouch, no volveré a decirlo.- Dije fingiendo cara de dolor.
-Muy bien.
Riendo fui hasta mi habitación, antes de acostarme tuve que darme un baño de agua fría. Lexie me había encendido por completo pero no había nada por qué culparla.
A la mañana traté de despertarme más temprano para que tuviera el desayuno listo. Sé que tiene obsesión por el chocolate por lo que le preparé una taza de café con una porción de la tarta de chocolate que no pudimos comer anoche.
-Veo que no pusiste la crema.- Dijo sonriendo mientras tomaba asiento en la mesa.
-Ya se echó a perder.
-Si me hubieras dejado ayudarte...
-No me arrepiento.
-Yo tampoco. Porque en ese momento era lo que quería - Dijo ella y con eso me alegró el día, saber que no se arrepentía de lo que había sucedido anoche me daba un gran alivio.
-Me alegro. Escucha, tengo que pasar por lo de Jacob a buscar a Bel para llevarla al jardín y luego iremos a la empresa ¿te parece?
-Está bien.
Desayunamos tranquilos y limpiamos el desastre que habíamos dejado, podría acostumbrarme fácilmente a esta rutina. Luego, Lexie fue por sus cosas mientras yo encendía el auto. Una vez listos fuimos a buscar a mi hija, después de haberle agradecido a Jacob por haberla cuidado subimos al auto.
-Hola Lexie.- Dijo Bel mientras la sentaba en el asiento trasero.
-Hola Isabella.- Dijo ella desde adelante.
-¿Estuvo bien la cena?
-Sí.
-¿No hablas mucho verdad?- Su comentario me hizo reír. Lexie me dió un pequeño golpe en la pierna.
-Depende.
-¿Te gusta mi papi?
-¿Qué?
-Dije que si te gusta mi papi.- Mi hija es única, sólo ella se atrevería a preguntar estas cosas. Noté la incomodidad de Lexie y lo roja que se había puesto su cara, quería reírme pero debía contenerme.
-Claro que no.
-Tu cara no dice lo mismo.
-Dije que no.
-Está bien. ¿Papi te gusta Lexie?
-¿Qué?
-Dije que si te gusta Lexie.- Esta vez fue ella la que quería reír, y yo el que estaba rojo, noté como temblaba su labio aguantando una gran carcajada.
-Creo que sí.
-Bien papi.
No dijimos nada más en todo el camino, creo que Lexie necesitaba pensar en lo que había dicho, de todos modos no era una novedad. Yo le había expresado que quería tenerla, que me atraía y que la quería en mi vida. Decirle que me gusta no es nada de otro mundo.
Dejamos a Bel y nos dirigimos a la empresa.
-¿Estás enojada?- Le pregunté cuando estábamos por llegar.
-No, por supuesto que no. ¿Por qué?
-Estás muy callada.
-Sólo estaba pensando en lo que habías dicho.
-Sabes como me siento Lexie, ya es obvio.
-Sí, sólo que aún no tengo muy claro que es lo que sientes y también es extraño para mí que tu hija también lo sepa, todo está pasando tan rápido.
-No te asustes Lexie, tranquila. Creo que deberíamos hacernos lugar para hablar y así conocerías cual es mi posición en todo esto. Pero primero quiero que te aclares y tengas bien decidido qué es lo que quieres en tu vida. A veces, las cosas buenas suceden no todo es malo, piénsalo.
-Estoy de acuerdo con eso.
-Bien.
Subimos más tranquilos hasta nuestras oficinas, cada uno se encargó de realizar su trabajo. Era un día pesado, con muchos contratos por revisar y reuniones, no había podido hablar con Lexie luego de nuestra entrada por lo que a la hora del almuerzo la busqué para que comiéramos juntos pero me llevé una sorpresa al verla abrazada con Frank Cooper en la cocina, la rabia se extendió por mi cuerpo y no supe hacer otra cosa que interrumpirlos.
-Claro.
Pusimos juntos la mesa y servimos la comida en los platos.
-Mmm...Mark no alardeabas cuando decías que eras de los mejores cocineros.- Dijo probando la comida. Yo estaba boquiabierto, no tiene idea el efecto que causa en mí verla saborear cuando come. Su cara es todo un espectáculo.
-Me alegro que te guste.
-Está genial, deberías enseñarme.
-Me encantaría.- Dije guiñéandole un ojo a lo que ella respondió sonrojándose.-Y bien...¿vas a contarme que es lo que está haciendo mi sobrina en estos instantes?
-Es algo entre ella y yo, si no fuera algo seguro jamás la dejaría. Confía en mi.
-Confío en ti Lexie.
-Mañana deberías hablar más tranquilo con Isabella.
-Sí, lo sé.- Dije soltando un suspiro.-Gracias por haber hablado con ella.
-Me alegra haberlo hecho, aunque fue difícil fue un gran avance para mí.
-Yo me alegro de que así sea.
Seguimos conversando de temas variados desde libros y películas a actividades que nos gusta hacer. Una vez satisfechos con la comida fuimos a la cocina en busca del postre. Lexie había traído una tarta de chocolate recubierta con frutillas y un pote de crema para acompañar
-Déjame que te ayude a destaparlo.- Dijo ella.
-Está bien, yo puedo.
-Insisto déjame que te ayude.
-Dije que puedo.
-Es a presión, puede llegar a....
No terminó la frase porque sucedió justo lo que iba a decirme, la crema saltó del envase directo a mi cara y ella no hizo más que estallar de la risa.
-Ja ja ja muy gracioso...- Dije quitándome la crema de los ojos.
-Es que...Mark...te lo dije....-Decía agarrándose el estómago por la risa.
-Veremos que tan gracioso es.
-No te atreverías.
-Oh claro que sí.
-Mark...
-Lexie.
-Mark...No...-Dijo cuando vio que untaba un poco de crema en mi mano y me dirigía hacia ella.
-Prepárate.
Ella corrió al rededor de la encimera por toda la cocina pero sus piernas no fueron tan rápidas y logré aprisionarla contra un mueble inmovilizándola. De un momento a otro las risas se apagaron y ese fuego entre nosotros volvió a hacerse presente. Nos quedamos por un minuto mirándonos a los ojos tratando de descifrar los sentimientos del otro hasta que no pude más y la besé. La besé desesperado, aguantar tanto tiempo sin probar de sus labios se me hace una tortura, como si necesitara de estos para vivir. El beso comenzó a hacerse más pasional y descendí por su cuello, aspirando su dulce aroma que me embriaga. Ella desabotonó mi camisa y pasó su mano por mi pecho en una suave caricia que me estremeció. Estaba asombrado de lo lejos que estábamos llegando. Le quité su blusa y quedé admirado por su cuerpo, llevaba puesto un sostén de encaje que le quedaba perfecto. Volví a besarla y cuando quise quitarle el sostén ella me detuvo parando en seco.
-Mark...perdón, no puedo.
-Lexie, lo siento. Me dejé llevar, te dije que te daría tiempo y eso haré.
-Lo siento de verdad.
-Shh.- Dije colocando un dedo en sus labios.- No lo sientas, vamos te llevo a tu habitación.
Subimos en silencio hasta el cuarto de huéspedes, coloqué su bolso sobre la cama y le dije:
-Tienes un baño, allí encontrarás todo lo necesario. Si necesitas algo mi cuarto está al final del pasillo. Y cambia esa cara no pasa nada.
-Lo sé, gracias.
-De nada preciosa.- Con un suave beso en los labios la dejé cerrando la puerta.
Iba por la mitad del pasillo cuando Lexie asomó su cabeza por la puerta.
-Mark.
-¿Si?
-La próxima vez que me llames preciosa te daré una patada en el trasero.
-Ouch, no volveré a decirlo.- Dije fingiendo cara de dolor.
-Muy bien.
Riendo fui hasta mi habitación, antes de acostarme tuve que darme un baño de agua fría. Lexie me había encendido por completo pero no había nada por qué culparla.
A la mañana traté de despertarme más temprano para que tuviera el desayuno listo. Sé que tiene obsesión por el chocolate por lo que le preparé una taza de café con una porción de la tarta de chocolate que no pudimos comer anoche.
-Veo que no pusiste la crema.- Dijo sonriendo mientras tomaba asiento en la mesa.
-Ya se echó a perder.
-Si me hubieras dejado ayudarte...
-No me arrepiento.
-Yo tampoco. Porque en ese momento era lo que quería - Dijo ella y con eso me alegró el día, saber que no se arrepentía de lo que había sucedido anoche me daba un gran alivio.
-Me alegro. Escucha, tengo que pasar por lo de Jacob a buscar a Bel para llevarla al jardín y luego iremos a la empresa ¿te parece?
-Está bien.
Desayunamos tranquilos y limpiamos el desastre que habíamos dejado, podría acostumbrarme fácilmente a esta rutina. Luego, Lexie fue por sus cosas mientras yo encendía el auto. Una vez listos fuimos a buscar a mi hija, después de haberle agradecido a Jacob por haberla cuidado subimos al auto.
-Hola Lexie.- Dijo Bel mientras la sentaba en el asiento trasero.
-Hola Isabella.- Dijo ella desde adelante.
-¿Estuvo bien la cena?
-Sí.
-¿No hablas mucho verdad?- Su comentario me hizo reír. Lexie me dió un pequeño golpe en la pierna.
-Depende.
-¿Te gusta mi papi?
-¿Qué?
-Dije que si te gusta mi papi.- Mi hija es única, sólo ella se atrevería a preguntar estas cosas. Noté la incomodidad de Lexie y lo roja que se había puesto su cara, quería reírme pero debía contenerme.
-Claro que no.
-Tu cara no dice lo mismo.
-Dije que no.
-Está bien. ¿Papi te gusta Lexie?
-¿Qué?
-Dije que si te gusta Lexie.- Esta vez fue ella la que quería reír, y yo el que estaba rojo, noté como temblaba su labio aguantando una gran carcajada.
-Creo que sí.
-Bien papi.
No dijimos nada más en todo el camino, creo que Lexie necesitaba pensar en lo que había dicho, de todos modos no era una novedad. Yo le había expresado que quería tenerla, que me atraía y que la quería en mi vida. Decirle que me gusta no es nada de otro mundo.
Dejamos a Bel y nos dirigimos a la empresa.
-¿Estás enojada?- Le pregunté cuando estábamos por llegar.
-No, por supuesto que no. ¿Por qué?
-Estás muy callada.
-Sólo estaba pensando en lo que habías dicho.
-Sabes como me siento Lexie, ya es obvio.
-Sí, sólo que aún no tengo muy claro que es lo que sientes y también es extraño para mí que tu hija también lo sepa, todo está pasando tan rápido.
-No te asustes Lexie, tranquila. Creo que deberíamos hacernos lugar para hablar y así conocerías cual es mi posición en todo esto. Pero primero quiero que te aclares y tengas bien decidido qué es lo que quieres en tu vida. A veces, las cosas buenas suceden no todo es malo, piénsalo.
-Estoy de acuerdo con eso.
-Bien.
Subimos más tranquilos hasta nuestras oficinas, cada uno se encargó de realizar su trabajo. Era un día pesado, con muchos contratos por revisar y reuniones, no había podido hablar con Lexie luego de nuestra entrada por lo que a la hora del almuerzo la busqué para que comiéramos juntos pero me llevé una sorpresa al verla abrazada con Frank Cooper en la cocina, la rabia se extendió por mi cuerpo y no supe hacer otra cosa que interrumpirlos.
Me aclaré la garganta para que notaran mi presencia y dije:
-Srta. Clark antes de que se vaya por favor la necesito en mi oficina.
-De acuerdo...- Dijo ella desconcertada.
Le pareceré un celoso o lo que sea pero verla en brazos de otro es algo que no estoy dispuesto a soportar.
Apenas pude realizar algo en toda la tarde, de vez en cuando cruzábamos miradas con Lexie. Ella no entendía mi reacción, lo podía ver en sus ojos. La hora se estaba por cumplir y entró en mi despacho.
-Mark, ¿qué sucede?
-¿Qué sucede? Sabes bien qué sucede.
-No, no lo sé.
-Tu amiguito.
-¿Lo dices por Frank?
-Sí.
-¿Es por lo que viste en la cocina?
-Por supuesto.
-¡Oh! Por favor, vamos ¿qué tienes quince años? Es mi amigo, nuestra relación no venía bien, estábamos distanciados y lo abracé porque lo quiero.
-Lo quieres eh, y al parecer el quiere más.
-Ya es suficiente, eres mi jefe, no voy a soportar estos planteos de adolescente, ya ves por que no puedo llegar a más. Te digo que es solo mi amigo, haz lo que quieras.
-Lexie...espera.- La tomé del brazo y la abracé, no quería perderla por esta estupidez.-Lo siento, lo siento.- Dije aferrándome a ella.- Esto es nuevo para mí, es difícil verte en brazos de otro.
-Está bien Mark, pero confía en mí cuando te digo que solo somos amigos. No quiero otro de estos planteos.
-Está bien.
-Bueno, debo irme. Prometí pasar a buscar a Chris a la salida.
-Te acompaño.
-No es necesario, voy en taxi.
-Claro que no, además quiero saludarla.
-Es frustrante discutir conmigo.
-Lo sé, andando.
Gracias a nuestras bromas el camino hasta el colegio de Christine fue agradable y divertido. Cuando mi sobrina nos vio bajar a ambos del auto sonrió.
-Me alegra verlos juntos. Quedan tan lindos.- Dijo Chris.
-No estamos juntos.- Dijo Lexie.
-Eso no te lo crees ni tú Lex, ya veremos quién tiene razón.
-¿Cómo estás pequeña?- Dije abrazándola para cambiar de tema.
-¡Tío!¡Aquí no! Todos mis amigos están aquí.
-De acuerdo, de acuerdo. ¿No vas a decirme qué hiciste anoche?
-Claro que no.- Dijo guiñándole un ojo a Lexie y ambas rieron.
Las ayudé a hacer las compras en el supermercado y las dejé en la casa. Luego volví en busca de mi hija al jardín, estaba seguro que la ronda de preguntas ya estaba lista.
Preparamos como cada noche la cena juntos y me sorprendió que no me arrasara con sus preguntas pero cuando la fui a arropar tal como imaginaba Bel comenzó:
-¿Por qué no me lo habías dicho papi?
-¿Qué cosa?
-Que te gusta Lexie.
-Quería estar seguro.
-Por eso anoche dijiste esa cosa de seguro.
-Por eso mismo pequeña.
-Me gusta Lexie.
-¿De verdad?
-Sí, fue lindo cuando vino a hablar conmigo.
-Por cierto...¿qué fue lo que te dijo?
-Que no fue tu intención ocultarme que iban a cenar, que ella te pidió estar solos porque no se acostumbra a tenerme cerca, eso no sé por qué es...Y luego me dijo que debería estar contenta de tener un papá tan bueno.
-Ya ves que es agradable.- Dije sonriendo.
-Yo creo que a ella le gustas.
-¿Tú dices?
-Así es.
-Veremos que pasa, princesa.
-Papi, prométeme que me contarás. No me dejes afuera.
-Te lo prometo.
Le di muchos besos en su cara y me despedí de ella deseándole dulces sueños.
Al día siguiente decidí no ir a trabajar para pasar por el psiquiátrico, luego de el episodio de Amy quería ver como iban las cosas. Cuando llegué la nueva enfermera que se estaba haciendo cargo de mi hermana se acercó a mí.
-Buen día Sr. Turner.
-Buenos días Lindsay, ¿qué tal ha estado Amy?
-Luego de que usted se fue mejoró, estos dos días ha estado lúcida. Ojalá pueda durar más días así y no vuelva a recaer.
-Eso espero, ¿puedo pasar a verla?
-Claro, pero está con una visita.
-¿Una visita?
-Sí, puede pasar de todos modos. Es su hermana.
-Gracias.
Al entrar a la habitación vi que Amy lloraba y Jacob se encontraba con ella quitándole las lágrimas. Luego la atrajo en un abrazo para consolarla hasta que ella me vio.
-Mark.
-Hola Amy.
-Mark...yo...- Dijo Jacob.
-Jacob, ¿podemos hablar afuera?
-Claro.
Cerramos la puerta detrás de nosotros.
-¿Por qué no me lo habías dicho?
-No sabía cómo lo tomarías, es tu hermana. Eres mi hermano, siempre la he amado y nunca encontré la manera de decírtelo.
-Lo sabía.
-¿Lo sabías?
-Claro, lo sentí siempre pero nunca dije nada.
-¿Y estás bien con eso?
-Sí es lo que quieres está bien. Pero Jacob, ella no está bien creo que mereces algo más estable.
-Mark, Amy es lo único que necesito. Nunca dije algo tan en serio como esto.
-Está bien, no me opondré si es lo que quieres.
-Gracias.- Dijo abrazándome.
-Cuídala.
-Con mi vida. Lo prometo.
No dudo de su palabra, sé que Jacob quiere a mi hermana con locura pero no sé si estará preparado para todo lo que se le avecina con ella. De todos modos yo siempre voy a estar para ayudarlo en lo que pueda.
Volvimos a entrar en la habitación y pasamos la mañana junto a ella, recordando viejos buenos tiempos y tratando de borrar el pasado.
No dudo de su palabra, sé que Jacob quiere a mi hermana con locura pero no sé si estará preparado para todo lo que se le avecina con ella. De todos modos yo siempre voy a estar para ayudarlo en lo que pueda.
Volvimos a entrar en la habitación y pasamos la mañana junto a ella, recordando viejos buenos tiempos y tratando de borrar el pasado.
Dios Mark me vuelve locaaa yo tambien quiero uno de esos postres!!!!
ResponderBorrarQue linda la reaccion de Lex junto a Isabel espero que logren llevarse bien!!!
Jacob es un Amor!!!
Barbi esto esta genial me encanta tu manera de escribir!!
Vamos por MAS!!!!
UN BESO Y ABRAZO DE OSOOOO!!!
Yo también lo quiero Meli jaja, es perfecto.
BorrarDe a poco Bel y Lex van a ir armando las cosas juntas, sólo el tiempo dirá si podrá sanar la herida o no.
Jacob tiene una fuerza y amor increíble y que a Amy le va a venir muy bien.
Escribo con el corazón, no seré profesional pero es algo que me llena y me hace feliz en cualquier estado que esté y me motiva más al saber que les gusta.
Gracias por tu comentario Meli!
Besos!
Me ha encantado es que son tan pero tan tan bellos dios muero por cada capitulo me encanta que todo sea tan especial de una forma u otra me preocupa es todo los problemas que seguro se empezaran a avecinar estar tan feliz por ellos me asusta mucho porque eso implica que en algún momento me vas ha hacer sufrir excelente capitulo me ha encantado es increíble exitos besoss
ResponderBorrarVoy a intentar hacerlas sufrir lo menos posible pero es inevitable que las cosas pasen y ellos tienen que probar que a pesar de todo se puede seguir o quizás no, ya lo veremos.
BorrarMe alegra que te guste linda!
Un beso grande!
Si es que Mark es perfecto se mire por donde se mire. Me encantan estos acercamientos, aunque a Lexie todavía le cueste dejarse llevar y abrir su corazón a Mark. Bel me parece un personaje muy significativo en la historia, ya que creo que va a ser la que poco a poco ayude a Lexie a superar esos malos recuerdos que le vienen a la cabeza cada vez que ve a una niña pequeña. en cada capítulo esto se pone mejor, se ve como los personajes evolucionan a su tiempo, sin prisas, no intentan que las cosas sean forzadas sino que fluyan. Me encanta esta historia, deseando saber qué sigue.
ResponderBorrarUn beso enorme
Definitivamente coincido con vos Sarai, Mark es perfecto. A Lexie le cuesta bastante pero ya se va a decidir. Bel es muy importante y de una forma u otra es la clave para que las cosas entre Mark y Lexie funcionen.
BorrarHacer que las cosas transcurran de a poco es lo que intento, todo a su tiempo para que se pueda entender el tiempo que lleva un gran cambio como el que necesitan.
Gracias por tu apoyo!
Un beso enorme!