martes, 11 de noviembre de 2014

Capítulo 28

Mark

Su cabeza estaba apoyada en el hueco entre mi cuello y mi hombro, se la veía tan relajada descansado después de días tan estresantes que no quería despertarla por lo que con sumo cuidado la cargué en mis brazos haciendo la mayor fuerza posible y la subí hasta mi habitación.
La dejé sobre la cama y quité su vestido para que pudiera dormir cómoda, no puedo negar que la lencería que llevaba puesta me daba ganas de despertarla en ese mismo instante pero no podía ser tan egoísta. Le quité sus zapatos, la metí dentro de las sábanas y una vez que me quité mi disfraz me metí en la cama con ella.
Acaricié su pelo y su rostro, mientras me deleitaba viéndola dormir, observando como su pecho subía y bajaba al compás de su respiración. Ella sencillamente me transmitía paz solo estando dormida.
Me odiaba por el hecho de haber discutido con ella y darme cuenta que estuve por muy poco de perderla y tenerla fuera de mi vida. Ahora sé que no hay modo de que ella pueda estar alejada de mí, ya comprobé que es una tortura y no pienso volver a pasar por eso.
No pude dormir por alguna extraña razón por lo que me quedé a su lado, disfrutando del contacto de su piel. No sé cuánto tiempo pasó hasta que ella se removió en la cama y abrió sus ojos.

-¿Cómo llegué hasta aquí?.- Dijo con voz somnolienta.
-Quizás un superheroe te ha cargado hasta aquí.
-Dale las gracias a Superman entonces.- Dijo riendo.
-Puedas dárselas tu misma.- Dije besándola.
-Mmm podría...pero yo lo quería en persona. Tenía una forma de agradecerle.
-¿Ah si?¿Y se puede saber cuál es esa forma?
-No debería pero si insistes...

Como supuse ella se enredó en mi cuerpo y agradeciendo por volver a tener esta oportunidad pude estar nuevamente dentro de su cuerpo. Mi hogar.






Luego de haber tocado las estrellas juntos logramos cerrar los ojos y abrazados finalmente nos dormimos.
A la mañana siguiente me alarmé al comprobar que el lado izquierdo de la cama estaba vacío. Sin perder un segundo más bajé a la cocina para encontrármela con unos boxers míos junto a una vieja camiseta.

-Creo que cualquier mujer podría envidiarte ahora mismo.- Dije besando su cabeza.
-¿Por qué lo dices?- Dijo ella.
-Porque hasta con esa ropa te ves hermosa.
-Adulador.
-No me culpes por decir lo que pienso.
-Mmm entonces si debo decir lo que pienso, creo que deberías andar solo en boxers todo el día.
-Ah la señorita se levantó pervertida.- Dije abrazándola por detrás de la silla en la que se encontraba sentada.
-Alguien perturba mi mente.
-¿No será ese al que llamas Superman no?
-Sí, pero no se lo digas. Es un secreto.
-No se lo diré.- Dije riendo.
-Es hora de ponernos serios, ¿qué haremos hoy?
-Veamos, necesito que me acompañes a la oficina solo por un momento estuve muy ausente esta semana y necesito terminar un solo contrato. Luego, podemos ir a pasear con Bel, si tu quieres claro.
-Por supuesto.
-Entonces tenemos el plan.
-Iré a despertar a Bel ¿te parece?
-Ve, se va a poner contenta.
-Eso espero.- Dijo con una sonrisa en su rostro.

Dejé que fuera a despertar a mi hija, luego de preparar el desayuno para ellas subí a mi habitación para poder bañarme. Traté de hacer lo más rápido posible, me afeité y luego me cambié. Al salir del cuarto me encontré a Lexie tendida sobre la cama.






-¿En qué piensas mi ángel?- Dije sentándome a su lado.
-En cómo ha cambiado mi relación con Bel.- Dijo suspirando.- ¿Recuerdas aquel primer día en que la alejé casi girtando?
-Como olvidarlo... Debo decir que te odie por hacerla llorar.
-No te culpo, yo también lo haría.
-Pero ahora todo cambio...
-Sí, y me sorprende. No pensé que sería capaz de avanzar tanto. Creí que quedaría estancada en el dolor. Nunca se me hubiera ocurrido volver a tener una relación así de cercana con un niño pero Bel me enseñó todo lo contrario. Mark, quizás esto no te resulte apropiado o te incomode pero yo ya la siento como sí fuera mía y he tenido un par de sueños...
-¿Qué clase de sueños?
-Sueños en los que mi hija aparece y me dice que la busque en Bel.
-Eso es fuerte cariño.
-Sí, lo sé. No debería haberlo dicho.
-No, no. Al contrario. Me alegra que confíes en mí para contarme esto pero quizás quién sabe tu hija de verdad te está dando señales.
-No creo en esas cosas Mark pero sí creo en el destino.
-Entonces allí tienes tu respuesta.
-Tal vez. Bueno, ya he cambiado a Bel y la dejé desayunando será mejor que bajemos.
-Andando entonces.

Bajamos hasta la cocina y allí nos esperaba Bel con su cara manchada por la leche. Ambos reímos al verla.

-¿De qué se ríe?- Preguntó ella riéndose también.
-De tu cara.- Dije yo.
-¿Qué tiene de malo mi cara?- Dijo esta vez enfadándose.
-Ven aquí cielo, tienes tu cara manchada.- Dijo Lexie. Ella se acercó a mi hija y tomando una servilleta la limpio.- Listo. Mucho mejor.
-Bel, iremos un rato a la oficina. Solo serán unos minutos. Puedes quedarte junto a Lexie si quieres y de allí iremos a pasear ¿qué te parece?
-Siii. Iremos a pasear como los papis de mis amigos.- Vi una lágrima correr por el rostro de Lexie.
-Si princesa, como los papis de tus amigos. Vamos.

Los tres subimos al auto y tratando de conducir lo más rápido pero hasta el límite permitido llegamos a la empresa.
Subimos a nuestra planta y luego de dejar a Bel con Lexie en su oficina subí dos pisos a buscar el contrato que necesitaba. Al llegar escuché ruidos por lo que luego de bajar del ascensor me escondí detrás de una pared. 
La sorpresa me la llevé yo al comprobar que no era nada más ni nada menos que el amigo de Lexie quién salía con una extraña cara de una oficina.






Después de asegurarme que él ya se había ido entré a la oficina. Nunca había entrado a esta antes porque era la de seguridad, donde todas las contraseñas, videos y cuentas se encontraban.
Las piezas empezaron a encajar rápidamente en mi cabeza como si de una película se tratara. Frank no debería estar en este piso, ni siquiera en esa oficina, la cinta del día del robo había desaparecido. Solo quedaban dos opciones o estaba ayudando a alguien a cubrirlo o él era el culpable de todo. 
Sin perder más tiempo marqué rápidamente el número del detective que tenía contratado.

-Sr. Turner.- Dijo al contestar.
-Buen día detective.
-¿Surgió algún problema?
-Llamaba para saber si había alguna nueva noticia.
-Verá sigo intentando recolectar datos pero es una investigación muy complicada.
-Quizás un nuevo nombre pueda ayudarle.
-Usted dirá...
-Su nombre es Frank Cooper.
-De acuerdo. Ya está en la lista. Se hará una nueva investigación entonces.
-Estupendo por favor no tengo mucho tiempo.
-Lo sé, hago todo lo que puedo.
-Y se lo agradezco. Es que esta situación me tiene tenso.
-Lo entiendo.
-Gracias por su ayuda.
-No hay de qué. Nos mantenemos en contacto.
-Por supuesto.
-Hasta pronto.
-Adiós.

No quise demorar más tomé los papeles, los revisé unas dos veces y luego de colocar mi firma en ellos bajé a mi planta.
No había rastros de Frank. Maldito bastardo. Seguí mi camino y me coloqué detrás de la puerta de la oficina de Lexie para escuchar lo que hablaba con Bel. Sé que no es una buena acción pero me tentaba saber de qué hablaban tanto estas dos.

-Y entonces mi papi te gusta.
-Así es pequeña.- Dijo Lexie riendo.
-A mi me gusta que te guste papi.
-¿Ah si?
-Sí, me gusta que te quedes en casa, me gusta que pases tiempo con nosotros. Es como tener una mamá ¿sabes?
-A mi me gusta sentir que eres mi hija.- Dijo ella con un tono de voz quebrado.
-¿Nunca tuviste hijos?- Dijo Bel. Pensé que se vendría el fin del mundo con esa pregunta pero Lexie supo resolverlo con altura.
-Sí.
-¿Y dónde están?
-Tengo una niña.
-¿Y la puedo conocer?
-Me temo que no princesa.
-¿Por qué?
-Porque ella ahora vive en otro lado.
-¿En dónde?
-En el cielo.
-¿En el cielo?
-Sí, en el cielo.
-Woe, como un ángel.
-Así es y si tu quieres puedes hablarle ella va a escucharte. Su nombre es Charlotte.
-Charlotte...me gusta.

Dejé pasar un par de minutos y consideré que ya era momento para entrar.

-Listo señoritas, ya terminé con el trabajo.
-Uff...papi. Yo quería seguir hablando con Lexie.- Dijo Bel.
-Tienes todo el día para hablar con ella cielo.
-No.
-¿Por qué no?
-Porque tú me la robas.
-¿Así que yo te robo a Lexie?- Dije acercándome a ella.- Me parece que alguien está muy celosa.
-Mentiroso.
-Yo no digo mentiras.

Me acerqué más a ella para hacerle cosquillas y hacerla girar en el aire mientras Lexie nos veía y reía por la situación.

-Bueno, ¿vamos a pasear?
-Siii.- Dijo mi hija.
-Andando entonces.

Volvimos al estacionamiento para buscar el auto, nos subimos y conduje buscando un lindo lugar para comer y luego poder pasear por allí mismo.
Luego de dar un par de vueltas finalmente nos decidimos y estacioné.
Opté por ir al restaurant dónde llevé a Lexie en nuestra primera cita por Picadilly Circus.
A Bel se la veía realmente contenta por poder compartir esto juntos.
El almuerzo fue estupendo, la conversación entre los tres fue fluída y las ocurrencias de Bel hicieron que lloráramos pero de risa.
Luego de terminar la comida y admirar la vista decidimos salir a caminar.
Cualquiera que nos viera pensaría que somos una perfecta familia aunque a decir verdad no se encuentra tan lejos de la realidad.
Caminamos sin rumbo hasta que a lo lejos pudimos distinguir a Christine sola.

-Esperenme aquí. Ya vuelvo.- Les dije a Bel y Lexie.
-Aquí estaremos.

Caminé directo hacia ella y al verme se sorprendió.

-¿Qué estás haciendo?- Dije al llegar a su lado.
-¿Ahora tengo que dar explicaciones por todo?- Dijo enfadada.
-Si hay alguien que debe enfadarse ese soy yo, no tú.
-Como digas.
-No, esa actitud de niña caprichosa no lo voy a tolerar.
-Deja de actuar como si fueras mi padre.






-Tienes razón, no soy tu padre pero soy tu tutor legal te guste o no.
-Ya, claro...
-Basta Christine, ¿qué rayos te ocurre?
-Estoy cansada,
-¿Cansada de qué?
-De depender de todos, de no tener a nadie, de que por mi culpa hayas terminado todo con Lexie.
-A ver Chris... por Dios, eres ya casi una adulta no dependes completamente ni de mi ni de Jacob pero debes respetarnos, no estás sola, estamos todos para acompañarte. Por otro lado, no he terminado con Lexie. Mira hacia allá, ¿las ves? Estamos juntos.
-¿De verdad?
-Claro.
-Oh Dios, que alivio. Pensé que había arruinado todo.
-Casi.
-Lo siento.
-Ya está, ya pasó. Ven aquí.- La atraje en un abrazo.
-Te quiero tío Mark.
-Y yo a ti pequeña, prométeme que no volverás a hacer otra locura.
-Lo prometo.
-Así me gusta.
-Vayamos con las chicas.
-Vamos.

Más relajados después de conversar volvimos con Lexie y Bel dispuestos a pasar una hermosa tarde los cuatro juntos.

3 comentarios :

  1. Hermoso!!!! Ese frank... no me lo esperaba, que buen giro... gracias bello capitulo

    ResponderBorrar
  2. ¡Hola Barbie! Había comentado antes pero me acabo de dar cuenta de que no se me ha publicado. Me gusta como Lexie va aceptando a Bel como hija sin olvidarse nunca de Charlotte. Si que parecen una familia feliz, aunque ha costado lo suyo. Espero que Crhis siga los consejos de Mark y que no vuelva a cometer ninguna locura como esa.
    Un capítulo genial, como siempre.
    Un beso enorme!

    ResponderBorrar
  3. Ahora si me dejas capciosa estoy estresada que pasara ahora exitos excelente cap

    ResponderBorrar