lunes, 11 de agosto de 2014

Capítulo 15

Lexie

Mark me había dejado abrumada después de tantas declaraciones y su escena de celos. Hace más de un año que no tengo una relación con un hombre, nunca nadie tuvo celos por mí, nadie había tenido ese sentimiento de pertenencia conmigo, siempre estuve sola a pesar de estar casada y todo esto es nuevo. Demonios, sus labios tienen el poder de encender cada terminación de mi cuerpo hasta llegar al punto de la locura y es algo que me dificulta poder pensar.
No sólo mis sentimientos por Mark son recientes, haber hablado con su hija me removió por dentro tantas emociones que me hicieron recordar a Charlotte con sus pequeños ataques de enojo conmigo o con James, siempre corría a su habitación y se abrazaba con su muñeca, yo iba detrás de ella a consolarla ya que con una simple charla bastaba para poner una sonrisa en su rostro. Lo mismo pasó con Isabella fui detrás de ella sólo que en vez de encontrarla abrazada a una muñeca estaba pegada a un viejo oso de peluche. Aunque suene raro decirlo sentí a mi hija presente en ese momento, fue una extraña sensación que no sabría explicar con palabras. Por estas razones me encuentro como si estuviera en un laberinto sin saber a donde salir, siento que tengo un pie dentro pero me da miedo no encontrar la salida.
Por otro lado, haber conversado con Frank me quitó un peso de encima, claramente no le comenté nada sobre Mark salvo que mejoramos nuestra relación. Él me explicó que se sentía avergonzado por lo que había pasado en la discoteca y que no quiere perderme. Aún no tengo claro que es lo que siente por mí pero de lo que si estoy segura es que yo no siento nada más por él que un gran cariño como amigo y aprecio por su apoyo incondicional.

Me extrañó no encontrar a Mark en la oficina al día siguiente, me pregunté todo el día si algo le había ocurrido, si se encontraba bien, si estaba enfermo, si necesitaba que alguien lo cuidara; finalmente no aguanté la tentación y le envié un mensaje:
"Mark, hoy no viniste a la oficina ¿estás bien?"
Su respuesta llegó inmediatamente.
"Sí, estoy en casa"
En cualquier otra situación lo hubiera dejado en ese mensaje tan simple y cortado pero algo en mí necesitaba asegurarse que se encontraba bien.
"¿Puedo pasar?"
Jamás se me hubiera ocurrido que sería yo la que tomaría una iniciativa, pero todo parecía muy raro. No solía ser cortante con sus mensajes y nunca tardó tanto en responder.
"Como quieras" Fue su respuesta. No lo dudé ni un minuto más y tomé un taxi hasta su casa.
Toqué el timbre y escuché su voz que desde adentro decía:
-Pasa. Está abierto.
Entré a su casa y me impactó verlo sentado en su sillón con la cabeza apoyada en sus manos, volteó a verme y pude ver las lágrimas correr por su rostro. En ese momento supe que estaba perdida, un dolor se extendió por mi pecho al verlo llorar. Mark aparenta ser una persona tan fuerte que verlo así me sorprende.




Tomé asiento a su lado y acaricié su brazo. El cerró sus ojos como si mi tacto lo aliviara.
-Mark, ¿qué sucede?
-Tantas cosas Lexie.
-¿Quieres contarme?
-Es por un cúmulo de cosas, no quiero aturdirte con mis problemas.
-¿Y qué cosas son?
-Haberle mentido a mi hija, los reproches de mi ex esposa, sus amenazas, las peleas con mi padre y mi madre, mi mejor amigo enamorado de mi hermana, tú.
No sabía que tantas cosas atormentaban su cabeza y me sentí culpable por ello. 
-Vayamos por partes.- Dije.-Lo que hiciste por Isabella no es nada grave Mark, es lógico que lo que hiciste fue con el fin de protegerla. Eres un excelente padre y en la vida te verás obligado a tener que ocultar ciertas cosas por su bienestar y no puedes culparte por eso.
-Lo sé, es que jamás le había mentido.
-Ella no está enojada, déjalo atrás. Disfruta tenerla.
-Es verdad a veces lo olvido.
-Con respecto a tu ex mujer ¿ella te importa?
-Por supuesto que no.- Dijo seriamente.
-Entonces no dejes que influya en tu vida, que no te estrese.
-Quiere arruinarme y sería hasta capaz de quitarme a Bel.
-No lo hará.
-¿Cómo estás tan segura de eso?
-Porque sé que harías hasta lo imposible por tu hija y no dejarías que nada ni nadie los separara.
Pude ver una ligera sonrisa asomar por su rostro y me sentí mucho mejor al ver que mis palabras ayudaban.
-Ahora vamos por lo de tus padres, ¿qué sucede con ellos?
-Con mi padre lo de siempre, diciendo que no me centro en el trabajo, que es una ridiculez bajar sueldos y aumentar otros.
-Oh lo que habíamos planteado nosotros.
Él asintió.
-No te preocupes, con o sin él vamos a encontrar la manera de hacer lo justo.
-¿Lo dices en serio?
-Por supuesto. ¿Y con tu madre?
-Influenciada por mi padre y Sara, ya no sabe por qué mas culparme. Siempre busca un modo de afectarme, a veces no sé si lo hace apropósito. 
-¿Siempre le has prestado atención a lo que dice?
-No, hace tiempo dejé de hacerlo pero no deja de ser mi madre.
-Lo sé, pero si lo que dice sabes que no es cierto al igual que pasa con Sara que no te afecten. Mira como estás por cosas que no valen la pena.- Dije acariciando su rostro limpiando una lágrima.
-¿Sabes que me siento como una tonta nenita llorando en estos momentos?
-Mmm...no lo había pensado pero sí, debería sacarte una foto.
-Ni lo sueñes.
-Sólo bromeaba, tranquilo.
-¿Qué es eso de que tu mejor amigo está enamorado de tu hermana?
-Sí, tal como lo escuchas. Ya lo sospechaba pero nunca dije nada, me asusta que Jacob no pueda seguir el ritmo de Amy o de repente hacerse cargo de Christine. No quiero que nuestra amistad se dañe.
-Mark, por lo que me contaste son como hermanos. Nada malo va a pasar, sí el la quiere cargará con las consecuencias y si es tanto el amor que tiene por ella estará dispuesto a soportarlas.
Volvió a asentir con la cabeza y tome su mano para que supiera que estaba para apoyarlo.

 

-¿Y conmigo?¿Qué pasa?
-¿La verdad?
-La verdad.
-Ni yo lo sé. Me pasan tantas cosas por dentro que ya ni sé como expresarlas. Toda mi vida esperé a la mujer perfecta con la que estaba seguro que pasaría el resto de mis días y formaría una familia. Sin embargo, Sara resultó ser cualquier cosa menos el amor de mi vida lo único bueno de ella es la hermosa hija que me dio. Luego de nuestra separación estaba convencido de que debía encontrar una figura femenina para Bel, para que la cuide y la guíe pero me di cuenta que no sólo esa figura femenina era para Bel. Yo también necesito a esa mujer que me guíe, que me cuide, que se acueste y se despierte a mi lado, que me acompañe en el día a día. Y así apareciste tú, que no sé que es lo que me pasa pero cada vez que te tengo cerca siento esa necesidad de tomarte y atarme a ti para siempre, con tus reproches, cambios de ánimo, enojos y todo me encanta estar a tu lado. No sé que es lo que sientes y no te pido que me digas nada ahora porque sé que necesitas tiempo y yo también pero quiero que sepas que me gustas Lexie, me gustas de verdad y no sé que pasará entre nosotros pero me alegra haberte conocido.

Las lágrimas corrían por mi rostro, no tenía palabras para decirle, un nudo impedía que estas salieran.
-Mark yo...
-Está bien Lexie no necesito que me digas nada pero por lo menos ahora sabes que es lo que pasa por mi cabeza.
-Creo que es necesario que te diga que para mí todo esto es nuevo Mark, aún estoy mareada, después de James renuncié a la posibilidad de estar con otro hombre, al morir Charlotte ya no quise saber nada más. Ahora apareciste tú con tu hija y ya no sé que hacer. No me da miedo intentar entrar en una relación nuevamente me da miedo volver a sufrir y ya bastante tengo. No te voy a decir que me resultas indiferente porque no es así, sólo que me siento perdida  y no sé cómo seguir es por eso que te pido tiempo para pensar.
-Y lo tienes.
-Gracias por entender.
-Gracias por escucharme, eres buena Lexie Clark.
-¿Lo dudabas?
-No, pero no es fácil saber cómo eres, escondes tanto...
-Lo sé y lo siento.
-No lo sientas porque precisamente es una de las cosas que más me gustan de ti.
-Es raro verte así.
-¿Llorando?
-Llorando y así de triste, siempre llevas esa sonrisa que parece que todo está perfecto.
-Que sonría no significa que no tenga problemas pero quiero ser feliz por encima de ellos.
-Me gustaría poder tener esa capacidad.
-La tienes sólo que decides no usarla.
-A veces no entiendo cómo haces para seguir mi ritmo, cualquiera ya habría salido corriendo.
-Vale la pena luchar por lo que vale la pena tener, creí que ya te lo había dejado claro.
Bajé mi cabeza para ocultar el rubor de mis mejillas por su comentario.

Nos acurrucamos en su sillón viendo la tele sin hablar solo haciéndonos compañía el uno al otro. Las palabras no eran necesarias. Cuando la tarde llegó él fue en busca de su hija al jardín y yo quedé con Mel para vernos en el centro comercial.
Fui a casa a cambiarme la ropa del trabajo por algo más cómodo, tomé un té ya que no había almorzado y venía salteando varias comidas. Cuando la hora se acercaba pedí un taxi que me llevara al centro. Mi vida sería más fácil si me decidiera por comprar un auto pero desde que mi hija murió por ese maldito vehículo y el maldito que conducía ya no quiero saber nada de estos.
Al llegar al lugar Mel estaba esperándome allí.
-Hola Lex.
-Hola Mel.
-Pedí un turno en el salón de belleza. Creo que es hora de mimarnos un poco.
-No lo había pensado pero me vendrá bien.
Antes de que llegara nuestro turno paseamos por los locales para ver ropa, meses habían pasado desde la última vez que entré en una tienda para comprar ropa sólo por gusto. La abstinencia al parecer no fue una buena idea porque terminé comprando conjuntos de ropa interior, faldas para el trabajo, camisas, zapatos, vestidos y maquillaje.
-Wow, Lex, creo que es suficiente no sé cómo harás para llegar a fin de mes y pagar tu tarjeta.
-¿Me excedí verdad?
-Quizás un poco pero si mal no recuerdo hace casi un año que no compras ropa.
-Tus cálculos no fallan.
-Entonces nada por qué arrepentirte. Además...veo que elegiste cosas bastante sexies ya veo por quién.- Dijo sonriendo. La verdad es que no lo había pensado pero jamás se me hubiera ocurrido comprar las cosas que se encontraban en las bolsas hasta que conocí a Mark.
-No lo hice pensando en él.- Mentí.
-Sí, claro. ¿Hace cuanto nos conocemos?¿Más de veinte años? Por favor, a mí no me vengas con eso.
-Está bien, está bien. Quizás lo hice pensando en él pero tampoco es un delito.
-Claro que no. ¿Pasó algo más con el bombón de tu jefe?
-En el salón te lo cuento, vamos o perderemos el turno.
Fuimos al local y esperamos en las cómodas sillas hasta que las empleadas nos atendieron.
Cerré mis ojos al sentir esa sensación de relajación mientras masajeaban mis pies, agradecía infinitamente la idea de Mel de venir aquí, definitivamente lo necesitaba.
-Y bien...-Dijo mi amiga esperando a que soltara todo.
-Volvieron los besos, esta vez en la oficina.
-¡Te lo dije! ¿Terminaron en el escritorio?
-No...pero casualmente tuvo la misma idea.
-Ya me gusta Mark. ¿Pero entonces qué hicieron?
-Él dijo que no pararía hasta tenerme.
-Definitivamente ese hombre es perfecto.
-Ya, no añadas mas comentarios.
-¿Celosa?
-Mel, por favor, claro que no.
-¿Qué más pasó? No entiendo cómo no fuiste capaz de levantar el maldito teléfono y contarme apenas sucedió todo esto.
-Quizás porque su sobrina está viviendo en casa.
-¿¡Qué!?
-Su madre tuvo una recaída, la agredió y la invité a casa. Me agrada y me hace bien su compañía. Me hace sentir como si tuviera una parte de Charlotte que no pudo llegar a ser.
-Me parece fantástico que eso te ayude amiga. Ya sabes que siempre te voy a apoyar en cualquier cosa que te ayude a superar todo.
-Gracias, lo sé. Bueno y también fui a dormir a casa de Mark ya que su sobrina había planeado una cena para el chico que le gusta.
-Maldita, nunca me la prestaste para mí.
-Nunca te gustó nadie lo suficiente aquí en Londres.
Ella bajó la cabeza.
-Mel...¿qué es lo que no me estás contando?
-Luego, ahora termina con lo de Mark.
-Bueno hubo un percance con el postre en el que terminamos contra un mueble en la cocina, yo en sujetador quitándole su camisa.
-¿Lo hicieron?
-No, había perdido la conciencia y si no me hubiera parado a pensar muy probablemente lo hubiéramos hecho.
-Tú y tú maldita conciencia.¿Algo  más que me haya perdido? Por ejemplo... hoy estabas en su casa ¿qué hacías ahí? Y no me digas que también estuvieron a punto de hacerlo pero tu conciencia hizo una mágica aparición.
-Nada de eso, lo vi llorar Mel, estaba tan deprimido que fui a ayudarlo.
-Podrías contarme...
-Claro que no, no voy a contarte su intimidad pero sí puedo decirte que me dijo que gusta de mí, que él también se siente confundido y más allá de lo que yo pudiera elegir se alegra de haberme conocido.
-Lex, me encanta Mark. Creo que te haría tanto bien...Sé que eres demasiado independiente y mi opinión poco influirá en ti pero si debo decirte algo como tu mejor amiga creo que deberías darle una oportunidad. Nadie sabe si las cosas irán bien o mal pero creo que vale la pena intentarlo, lo peor es no elegir, quedarte parada sin saber a donde ir. Si no das ese paso adelante siempre seguirás en el mismo lugar.
-Ya lo sé Mel, sé que Mark es una buena persona y no dudo que me haría bien pero aún tengo mis paredes que me impiden abrirme del todo. Tengo que pensármelo más.
-Que complicada eres.
-Lo sé.- Ambas reímos, las empleadas estaban boquiabiertas escuchando la conversación.






-Ahora vas a decirme lo que no me contaste.
-Se siente raro Lex, es tu mejor amigo.
-¡Oh! ¿Es sobre Jack?
-Claro.
-Eres mi hermana no pienso decir nada.
-Ya lo sé, pero quizás algo se te escape...
-Mel, te lo juro.
-Me gusta.
-Eso ya lo sé, se nota pero al parecer no haces nada. Jack está entusiasmado.
-Lex...sabes que soy demasiado corazones y cuentos con finales felices pero tengo miedo de enamorarme de él.
-¿Y qué problema habría si te enamoraras?
-Sufrir, que el me deje, que no esté disponible para mí, que lo aburra.
-Mel...nunca vas a saberlo si no lo intentas, conozco a Jack y no creo que se alejara de ti por ninguna de esas razones además de que yo lo veo muy en serio contigo.
-Quizás debería seguir el consejo que te di y darle una oportunidad.
-Creo que es lo mejor que puedes hacer.
-Lo mismo va para ti.
-Ya veremos. Gracias Mel.
-¿Por qué?
-Por acompañarme.
-¿Al centro comercial?- Dijo desconcertada.
-No tonta, por acompañarme en el día a día por tantos años. No tenías necesidad de venir conmigo a Londres sin embargo aquí estás.
-Jamás voy a separarme, no podría dejarte.
-Yo tampoco.
-Ya basta que voy a llorar y se me correrá la máscara.- Reímos porque las lágrimas estaban a punto de salir.

Volví a casa más aliviada después de hablar con Melissa, siempre logra calmarme en mis momentos más alterados, algo que nunca voy a terminar de agradecerle. Al entrar me encontré a Christine preparando un té.
-Hola Lex.- Dijo desde la cocina.
-Hola Chris, ¿preparando el té?
-Sí, supuse que no tardarías en venir y preparé una torta para que comamos. Estoy viendo que no estás siguiendo las comidas con normalidad.
-Eres peor que una madre.
-Ya veremos cuando veas la torta de chocolate si sigo siendo la peor.
-Creo que no te dejaré ir nunca.
Ella sólo me dio una pequeña sonrisa y bajó su cabeza.
-¿Qué ocurre Chris?.- Dije acercándome a ella.
-No es nada.
-Claro que es algo, es extraño que no rías.
-Es sólo que me siento una carga, eres soltera, independiente, estoy invadiendo tu espacio.
-Escúchame bien, mírame a los ojos Christine.- Ella lentamente subió su mirada encontrándose con la mía, necesitaba que pudiera ver la sinceridad en mis palabras.-No eres para nada una carga, me pone muy contenta tenerte acá, me divierte verte todos los días, poder aconsejarte, disfruto de tu compañía. Perdí a mi hija hace un año, y tenerte conmigo me recuerda mucho a ella.
-Lexie...yo no sabía eso.- Dijo con lágrimas en sus ojos.- Lo siento tanto.
-Yo también Chris, pero aprendí a vivir con esta realidad y hoy por hoy es lo que me toca es por esto que quiero que sepas que no eres ninguna carga.
-Entiendo ahora.- Dijo ignorando lo último que había dicho.
-¿Qué cosa?
-Por qué te comportas diferente con Bel, me lo venía preguntando y no encontraba explicación, ahora la tengo.
-Sí creo que no es necesario que lo repita en voz alta.
-Bueno...olvidemos este patético momento y comamos un poco de torta para alegrar el corazón.
-¿Cocinas tan bien como tu tío?
-Mmm....con que ya probaste la comida del tío Mark, ¿qué estuvieron haciendo ustedes dos?
-Nada raro Chris, nada raro.¿Qué tal las cosas con August?
-No quieres saberlo.
-Claro que sí.
-No, no quieres.
-Vamos, lo  peor que pudieron haber hecho serí....¡Oh no! Dime que no lo hicieron.- Ella bajó la cabeza.-¡Christine Turner! Deberías haberme avisado ¿usaron protección?
-Por supuesto Lexie, siempre me cuido. Lamento haber usado tu casa como lugar pero fue un momento muy lindo para ambos.
-Está bien, está bien. Entiendo, eres una adolescente claramente necesitas experimentar pero con cuidado por favor y esto queda entre nosotras ¿entendido?
-Miedo al tío Mark.
-Se podría decir...
-No hay caso con ustedes dos.
-Ya basta de hablar de él, ¿qué tal las clases?
-Por ahora voy bien, no soy excelente pero tengo todo aprobado.
-¿Ya estuviste buscando universidad?
-Eres la primera persona que me lo pregunta.
-¿Cómo? Creí que ya lo habías hablado con alguien.
-Supongo que nadie se ha preocupado lo suficiente.
-¿Y Mark?
-El tío es genial pero con todos los problemas que tiene a veces se le olvida.
-Si mal no recuerdo el primer día que nos conocimos me comentaste que te gusta la moda.
-Me encanta.
-¿Podrías averiguar algo relacionado con la moda?
-¿Y en dónde?
-No te preocupes yo te voy a ayudar.
-¿De verdad?
-Por supuesto.
-Lexie.
-¿Sí?
-Me hubiera gustado poder haberte conocido antes.
Le sonreí como respuesta porque si la charla continuaba por ese lado terminaría hecha un mar de lágrimas y ya suficiente había tenido con Mark y Mel.
Tomamos el té juntas hablando de nuestras vidas, sinceramente me encantaría que se quedara conmigo por mucho más tiempo pero eso no me corresponde.
Al caer la noche fui al hotel de mi madre, me había centrado tanto en Mark que estaba descuidando a mi familia y amigos y eso es algo que no puedo hacer después del apoyo incondicional que me brindaron en el momento más duro de mi vida.
-Hola mamá.- Dije dándole un abrazo al llegar al hotel donde se hospedaba.
-Hola pequeña, ¿qué te parece si vamos a cenar al restaurant del hotel? Dicen que la comida es deliciosa.
-Mira como estoy vestida.
-No es un hotel cinco estrellas.
-Lo sé, pero jean con remera no creo que sea lo apropiado.
-¿Por qué piensas tanto las cosas? Eres igual a tu padre. No voy a exhibir mi ropa sólo quiero comer y eso vamos  a hacer en este preciso momento señorita.
-Está bien mamá.- Me sentí una niña nuevamente siendo regañada por su madre.
Ordenamos algo ligero porque después de haber probado la torta de Christine mi estómago pedía una tregua, al estar todo el tiempo sola no acostumbraba comer demasiado ahora con ella todo es nuevo.
-Y bien...¿qué es eso de la sobrina de tu jefe en tu casa?
-Es sólo por unos días hasta que se sienta mejor para volver a su casa.
-No eres un hotel Lexie.
-Ya sé que no lo soy pero me necesita.
-Eres tan buena, hija.
-No lo soy mamá, sólo hago lo que me parece correcto en estos momentos.
-Y haces muy bien pero...¿no sería hora de que le vayas admitiendo a mamá que te gusta ese hombre?
-Mamá no niego que me guste pero ya crecí no es todo tan simple.
-Lexie, por favor ¿qué tienes cuarenta años? Eres joven y con un futuro por delante.
-Sé que soy joven pero no sé si estoy lista para empezar todo de nuevo y sobre todo ver un nuevo futuro.
-Sólo tú tienes esa respuesta.
-Lo sé.
-No demores mucho, las buenas oportunidades pasan volando.
-Es lo que me dicen.
-Haz caso entonces pequeña. Conocí a tu amigo Jack, es todo un encanto.
-Lo es, estoy intentando de que pueda salir con él.
-Algo de eso me comentó.
-Claramente, Jack jamás tendrá problemas para hablar.
-No lo creo.- Ambas reímos.-Cambiando de tema, tengo algo que decirte.
-¿Qué ocurre?
-En dos días debo volver a casa.
-¿Por qué?
-Tu padre no se encuentra tan bien y me necesita, sabes que no puede estar mucho tiempo solo.
-¿Estás segura que está bien?
-Sí cariño, no te preocupes, son los problemas de la edad.
-Me apena no tenerlos más cerca, de verdad extraño a papá. Me gustaría poder pasar más tiempo con él.
-Puedes venir cuando quieras Lexie, siempre serás bienvenida en casa. Además, con tu nuevo trabajo puedes permitirte venir más seguido.
-El sueldo es normal mamá ya te lo dije no gano una fortuna sólo una notable diferencia con respecto al anterior.
-Está bien, está bien lo que digas. Y una cosa más...
-¿Qué?- Por el tono en el que lo dijo sabía que sería algo que no me gustaría.
-Quiero conocer a Mark.
-¿¡Qué!? 
-Antes de irme quiero ver por mis propios ojos que estás en buenas manos.
-De ninguna manera, incomodaste a todos los chicos con los que salía en secundaria ni siquiera papá logró eso.
-Ya ves que no quieres que salgas corriendo el hombre eso significa que lo quieres bien cerca.
-No desvíes el tema.
-Yo no desvío nada, la decisión está tomada.
-Quizás se lleven bien, es igual de frustrante discutir con ustedes.
-Entonces eso es amor.- Puse mis ojos en blanco ignorando su comentario.

Terminamos de cenar tranquilas, me quedé un rato con mamá en la habitación viendo una película y cuando ya sentí el cansancio tomé el camino hacia casa disfrutando de la noche estrellada.
Sólo unas cuadras quedaban para llegar cuando vi a Sara, la ex esposa de Mark, subirse a un auto negro desde el cual no podía verse nada. Me acerqué un poco más al vehículo, ocultándome detrás de un árbol, estuvieron parados por lo que fueron unos cinco minutos y luego se marcharon. La actitud con la que había entrado era rara, llevaba un pesado abrigo que resultaba exagerado para la temperatura y vigilaba a sus alrededores, debería prestar más atención a sus movimientos en la oficina, después de todo con las cosas que Mark me contó de ella tener cuidado no está de más.

Me dí un baño caliente para aflojar las tensiones, Christine ya estaba en su cama para cuando llegue, me acerqué para taparla con la manta y darle un beso y sin hacer ruido me metí en la mía. Mis ojos pesaban cuando apoyé mi cabeza en la almohada y el cansancio me venció.

"Charlotte está en su cuarto leyendo su libro favorito con su muñeca en el balcón, tiene preparada su mesa de té con princesas a cada lado de esta como suele hacerlo cada tarde luego del jardín, me acerco a ella para abrazarla pero al darle la vuelta es Isabella la que sostiene la muñeca y el libro, ella se para y dice:-Búscame mami, búscame."

Me levanté sobresaltada, el sudor corriendo por mi rostro y la necesidad de llorar me invadió, no por debilidad sino por la frustración, la rabia, la pena, la confusión, el miedo. Un nudo se instaló en mi garganta,sentía como el dolor por dentro se incrementaba. No tenía esta clase de sueños hacía varios meses pero supongo que debe ser resultado de la mezcla de emociones por las que estoy pasando.
Tres horas tenía antes de ir a la empresa, me duché y me cambié rápidamente. Le dejé una nota a Chris para avisarle que saldría antes de casa. Necesitaba ir al único lugar que sabía que podía calmarme. La bahía.



Me quedé sentada allí repasando las últimas tres semanas. Puedo dar fe que conocer a Mark puso mi mundo de cabeza, mis emociones estaban selladas y controladas pero él abrió una puerta que hizo venir abajo todo lo que había construido como escudo, me siento diferente ya no soy la misma de hace unas semanas, me siento más abierta a una posibilidad ya no me siento fría y vacía, es como si tuviera la necesidad de seguirlo, de dejarme llevar, pero a la vez me aterra cuando me detengo a pensar. Sé que me encantaría poder estar a su lado, compartir más de esos besos que me dejan sin aliento, disfrutar los momentos que pasamos juntos, entregarme por completo a él pero no sé si estoy lista para asumir todo lo que conlleva eso y sólo hay una manera de saberlo. 


6 comentarios :

  1. Que CAPITULOOOO!!!
    Lleno de emociones Esa perra de Sara que se trae entre manos?
    Que pena me dio Mark al verlo asiiiii!!!
    Mi Barbi me ha encantado quiero massssssssssss!!
    Un Beso INMENSOOOOOOOOOOOO!!!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Muchos sentimientos nuevos para Lexie!
      Sara es un GRAN estorbo, si ya están complicados con el tema del no saber si darse una oportunidad o no ahora con Sara peor.
      Mark parece fuerte pero es vulnerable y el apoyo de Lexie cuenta muchísimo.
      Gracias por leer y comentar siempre linda!
      Te mando un beso enorme!

      Borrar
  2. Oh por diossss que si que si se merecen ser felices ambos lo malo es que no se como la familia de el y su ex esposa y el ex esposo de ella afectara en todo esto eso es lo que a mi me preocupa no se como saldremos adelante todos con todas las personas en contra esperemos poder ser fuertes aunque se que me tocara llorar en algunas ocaciones.... muero por esta historia es excelente y este cap fue maravillosos me encantan los hombre con suficiente valor para demostrar sus propios sentimientos quizás lo del sueño es algo mas como una pre cognición quizás charlotte quiere que vuelva a querer a los niños como bel que le de la oportunidad no solo a mark sino a bel..... excelente cap exitos besitossss

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Claro que merecen ser felices, ella sufrió mucho y se merece un poco de felicidad para apagar esa amargura y Mark necesita recomenzar, ver que si existe la posibilidad de tener una nueva vida.
      Se vienen los momentos más importantes de decisiones, acercamientos, descubrir mentiras y me alegra saber que cuento con tu apoyo en todo este proceso. Me pone muy contenta saber que te gusta la historia!
      Te mando un beso grande!

      Borrar
  3. ¡Hola Barbie! Estoy un poco desaparecida con esto de las vacaciones, pero por fin puedo pararme un ratito a comentar el capítulo.
    Como dice Rosmery, Mark y Lexie se merecen ser felices el uno con el otro, pero es complicado cuando tienes tantas cargas en tu espalda que te impiden serlo. Creo que se complementan muy bien el uno al otro, es como si supieran exactamente que palabras decirse para sacarse una sonrisa. Entiendo los miedos de Lexie, pero ya es hora que se preocupe más por si misma que por los demás, que piense en lo que quiere ella y se permita ser feliz. Me parece a mí que la madre va a liar una buena cuando conozca a Mark (si es que lo conoce).
    Un capítulo genial, como siempre. Lleno de sentimientos, y cada vez descubrimos más como es cada personaje de la historia.
    Un beso enorme

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. ¡Hola Sarai!
      Las vacaciones están para disfrutarlas no hay problema :)
      Es lindo poder abrir los ojos y ver que en los momentos más difíciles siempre hay alguien que puede mejorar nuestra situación, Mark y Lexie sin darse cuenta se necesitan para llevar adelante el día a día y tarde o temprano verán que a veces cuando uno menos se lo espera las cosas buenas pasan.
      La madre de Lexie es todo un espectáculo. Veremos que pasa con ellos.
      Me alegra que te haya gustado el capítulo linda.
      ¡Un beso enorme y que sigas disfrutando tus vacaciones!

      Borrar