Mi cabeza daba vueltas en la mañana después de una noche pasada de copas, yo sola en mi casa, bastante patético para mi edad pero necesitaba ahogar mis penas y borrar el dolor que sentía por el solo hecho de sentir a esa niña en mi cuerpo. No había tenido contacto con ningún niño luego de que Charlotte muriera y la situación me superaba. Ese abrazo fue demasiado intenso para poder soportarlo.
Como pude, apenas, logré vestirme y lucir lo más decente posible para ir rumbo a la oficina en mi segundo día de trabajo que rogaba porque fuera mejor que el primero. Ya llevaba media hora de retraso y lo único que pedía era que nadie lo hubiera notado.
Corrí para tomar el elevador y al llegar a mi planta me apresuré por ir a mi oficina, me quité el abrigo pesado por el frío y lluvioso día que hoy hacía en Londres y me puse a trabajar.
Realmente me gusta mi trabajo, soy buena para administrar cuentas y es una buena distracción que me permite tener la mente ocupada durante el día.
Me concentraba en una cuenta con una importante empresa japonesa cuando noté un par de zapatos negros al pie de mi escritorio, levanté mi cabeza para encontrarme con el hijo de mi jefe. Genial, luego de lo que pasó ayer con su hija me despedirá.
-Sr. Turner, buenos días.- Dije levantándome para saludarlo, él solo dio un paso hacia atrás y luego hablo.
-Bonitas horas para llegar Srta. Clark.
-Lo siento, yo...- No pude continuar porque el desgraciado me interrumpió.
-No quiero saber que excusas tiene, asegúrese de llegar a horario si planea seguir en la empresa de mi padre, acá le dejo unos documentos para que revise. Le doy hasta el final del día para que yo pueda verlos.
-Por supuesto.- Dije entre dientes. Sin más, se fue hacia su oficina que desafortunadamente era en frente de la mía, en estos momentos necesito una maldita cortina para poder gritar de frustración. Aunque debía dar gracias por no haber sido despedida después del espectáculo que hice ayer.
Aceleré el ritmo para poder llegar a tiempo a terminar todo el trabajo que tenía por hacer y poder tener un respiro en el almuerzo.
Números, números y más números. Mi cerebro trabajaba a la velocidad de la luz sin parar y necesitaba urgentemente una buena dosis de cafeína para poder seguir, por lo que fui hasta una pequeña cocina que hay en nuestra planta para el uso del personal que aquí trabaja, lo que nos ahorra el tiempo de tener que salir en busca de comida.
Preparaba un café expresso cuando escuché una voz detrás de mí:
-Yo quiero uno también preciosa.
-¡Frank! Me asustaste.
-Lo siento, linda. ¿Cómo estás? - Dijo besando mi mejilla, Frank trabaja en la empresa desde hace 5 años, tiene un importante puesto aquí, que se ha ganado con mucho esfuerzo y dedicación; fue él quien le ofreció empleo a Jack, ambos son mis dos únicos amigos aquí en Londres, sacando a Melissa. Aunque no tengo con Frank la confianza que tengo con Jack por alguna extraña razón de todos modos no deja de ser una persona buena y confiable.
-Aguantando al hijo del jefe de la mejor manera posible.
-Mmm...creí que estarías babeando por ese modelito.
-Y ahí está el punto por el que siempre dices estupideces.
-¡Hey! Yo sólo digo lo que escucho por los pasillos, todas hablan de él.
-Pues yo soy diferente.
-Lo sé, Lex.- Dijo con una pequeña sonrisa en su rostro.
Detrás nuestro alguien se aclaraba la garganta.
-Disculpen, que interrumpa el tierno momento pero esos papeles no se verán solos y mi tiempo vale mucho.
-Enseguida Sr. Turner.
Sin más se fue lanzando una mirada venenosa a Frank.
-¿Qué demonios has hecho para que te trate así? Todas dicen que es un "encanto", no veo la razón por la que no sería así contigo.
-No es nada.
-Lex....
-Está bien, está bien. Su hija me abrazó ayer y yo la aparté bruscamente.
-Te metiste en un buen lío.
-Sabes como me afectan los niños Frank.
-Sí preciosa, pero no te preocupes. Ya se le pasará, sólo que te metiste con su hija....
-Oh sí, claro, seguro. Hice llorar a su hija y pedí a gritos que me la quitarán de encima, seguro se le pasará.
-Bueno desde ese punto de vista.....Tú has tu trabajo, no dejes que el hijo del jefe te afecte.
-Lo intentaré.
-¿Almorzamos juntos?
-Seguro.¿Y Jack?
-Almorzará con nosotros.
-Perfecto.
-Nos vemos luego, preciosa.
-Ya deja de llamarme así.
-Ya quisieras preciosa.
Soltando un bufido volví a mi tarea, sintiendo la mirada asesina de Mark desde la oficina de enfrente. ¿¡Por qué rayos no habían cortinas!?
Me esmeré por no cometer ni un error, no quería escuchar su voz quejándose nuevamente. Luego de dos horas sin parar mi mejor amiga llamó.
-Hola Mel.
-Ahora si contestas. ¿Dónde demonios te metiste ayer que no contestabas tu teléfono?
-No fue un buen día.
-Ya veo, conociéndote te habrás emborrachado.
-Me conoces bien.
-¿Te parece que nos veamos hoy?
-Perfecto, te aviso cuando termine.
-Genial, no te quedes hasta tarde.
-Todo depende de mi nuevo jefecito.
-Mmmm ya me contaras de ese jefecito.
-Nada bueno, te lo aseguro.
-Sí, sí lo que digas. Te veo después.
-Adiós.
Dejé todo a medio terminar para ir a almorzar cuando llegaba la hora del mediodía. Me reuní en la mesa con Jack y Frank.
-Hola, Lex.¿Cómo va el segundo día?- Preguntó Jack.
-Como el infierno con el jefe pero me gusta mi trabajo.
-¿Con el jefe?
-Sí, con Mark Turner.
-¿Y dices que un infierno?
-Sí, un infierno.
-Si que eres rara.
-Ya lo verás con tus propios ojos
-Lexie dice la verdad, hoy mismo vi como le hablaba, como si la rechazara, no le da respiro.
-Eso si es raro.
-Mmm no lo es, ayer tuve un problema con su hija. Sabes que no se me dan bien los niños.
-Ya veo...Lexie, no dejes que ese hombre te arruine, cualquier tipo de problema que tengas o sientas que abusa de su poder me avisas ¿está claro?
-Tranquilo papá, se cuidarme muy bien, pero te mantendré al tanto.
-Lo digo porque te quiero.
-Lo sé.
-Bueno pueden dejar las palabritas de amor y comer en paz.- Dijo Frank exasperado.
-Búscate una chica Frank y deja al resto en paz.
-Pronto la tendré...Pronto.
Ambos lograron mejorar mi humor durante el almuerzo, este par era un salvavidas que cada vez que podía estaba dispuesta a agarrar para no ahogarme en la desesperación.
Luego de almorzar volví a los malditos papeles de Mark, fui muy detallista y cuidadosa. Revisé todo dos veces y cuando ya estuve segura me acerqué a su oficina.
-Adelante.
-Sr. Turner le traigo los papeles que me pidió.
-Ya era hora.- Conté hasta diez para no lanzar una lista de insultos.
-Disculpe la demora.
-Está bien, los revisaré.
-De acuerdo, si ve algún error avíseme. Con permiso me retiro, que tenga una buena noche.
-¿Perdón?¿A dónde piensa que va?
-Bueno... ya terminé los papeles y es mi horario de salida.
-Creo que no está en condiciones de decidir nada.
-Disculpe Sr. pero tengo un contrato, en el cual está estipulado mi horario de entrada y de salida. Mi retraso de esta mañana ya lo he compensado y me esmeré haciendo estos papeles. Lamento lo sucedido ayer con su hija, pero no voy a tolerar tal maltrato por su parte. Ahora sí, hasta mañana Sr. Turner.
Sin más me fui de su oficina dejándolo con la boca abierta y la palabra en la boca, no quería escucharlo, estoy harta de este hombre insufrible me desespera lo calculador que está siendo conmigo y su abuso hacia mí. Sé que no tuve una buena acción con su hija, pero él no me conoce y no sabe por qué reaccione así.
Frustrada tomé mis cosas y salí de la empresa. Me subí a un taxi y marqué el número de mi mejor amiga.
-Mel, acabo de salir de la empresa. ¿Paso por tu casa?
-Perfecto, ya casi estoy lista. Encontré un nuevo lugar de comida cerca de casa, te encantará.
-Genial, muero de hambre. En diez minutos estoy.
-Te espero.
-Hasta luego.
Durante el trayecto en el auto traté de relajarme, despejar mi mente, enfocarme en las frías y mojadas calles de Londres, este lugar se asemeja a como me siento por dentro, fría, ni un poco de calor brota en mi interior, esa sensación se fue de mí y dudo volver a encontrarla. Por otro lado, descubrí que no estoy del todo muerta por dentro, Mark Turner hizo que sacara mi parte fuerte, mi sangre caliente.
Tratando de ser más positiva le pagué al conductor y subí al piso de mi amiga, con ella volvería la alegría.
Apenas toqué el timbre se abalanzó sobre mí para abrazarme.
-Al fin mujer, te he extrañado.
-Sólo fueron tres días Mel, no exageres.
-Para mí ha sido una eternidad.
-Bueno, ¿ya estás lista?
-Sí, vamos yo también estoy hambrienta.
El lugar resultó perfecto, acogedor, no muy grande, con una luz tenue que hacía al ambiente más cálido, y el menú hacía a mi estómago rugir. Elegí unos rolls de pollo con una ensalada caesar y Mel un plato de sushi, su favorito.
-Bueno...vamos cuéntamelo todo.
-Mmm veamos, mi fin de semana fue normal películas, limpieza y correr. El lunes había empezado perfecto, me dieron una muy linda oficina, el trabajo no fue agotador pero al salir mi jefe me presentó a su hijo...
-Ese que llamas jefecito.
-Ese mismo, el hombre es perfecto es todo un modelo, el problema es que tiene hija...
-Oh Lex....¿y qué pasó?
-La niña estuvo ayer y me abrazó.
-Lex...¿qué hiciste?
-La saqué a los gritos.
-Lo supuse, ¿qué dijo el padre?
-Pues imagina, el hombre me odia.
-¿Y hoy que tal estuvo contigo?
-Quería hacerme trabajar hasta más tarde, tuve que darle un buen sermón para poder salir.
-Esa es mi amiga, demuestra tu fortaleza.
-Pues sabes que así soy, no voy a dejar que nadie me pase por encima. Este hombre llega a desesperarme.¿Que tal tú?
-Yo enfocada en mi arte, trabajo en una nueva obra con la escuela, sé que no te gustan los niños pero hice algo especial y quiero que lo veas. ¿Podrías ir el próximo fin de semana a la escuela?
-Mel....
-Por favor, por favor, por favor...
-Ya basta está bien, no sigas.
-Gracias, eres la mejor, te gustará.
-Eso espero.
Tuvimos una agradable noche juntas siempre lo pasaba bien con ella, no nos quedamos hasta muy tarde ya que mañana es día laboral y no puedo arriesgarme a llegar tarde nuevamente.
Al llegar a casa me di un relajante baño y me acosté, me sentía tan agotada que caí rendida en un profundo sueño, un sueño interrumpido por ojos azules.
Como pude, apenas, logré vestirme y lucir lo más decente posible para ir rumbo a la oficina en mi segundo día de trabajo que rogaba porque fuera mejor que el primero. Ya llevaba media hora de retraso y lo único que pedía era que nadie lo hubiera notado.
Corrí para tomar el elevador y al llegar a mi planta me apresuré por ir a mi oficina, me quité el abrigo pesado por el frío y lluvioso día que hoy hacía en Londres y me puse a trabajar.
Realmente me gusta mi trabajo, soy buena para administrar cuentas y es una buena distracción que me permite tener la mente ocupada durante el día.
Me concentraba en una cuenta con una importante empresa japonesa cuando noté un par de zapatos negros al pie de mi escritorio, levanté mi cabeza para encontrarme con el hijo de mi jefe. Genial, luego de lo que pasó ayer con su hija me despedirá.
-Bonitas horas para llegar Srta. Clark.
-Lo siento, yo...- No pude continuar porque el desgraciado me interrumpió.
-No quiero saber que excusas tiene, asegúrese de llegar a horario si planea seguir en la empresa de mi padre, acá le dejo unos documentos para que revise. Le doy hasta el final del día para que yo pueda verlos.
-Por supuesto.- Dije entre dientes. Sin más, se fue hacia su oficina que desafortunadamente era en frente de la mía, en estos momentos necesito una maldita cortina para poder gritar de frustración. Aunque debía dar gracias por no haber sido despedida después del espectáculo que hice ayer.
Aceleré el ritmo para poder llegar a tiempo a terminar todo el trabajo que tenía por hacer y poder tener un respiro en el almuerzo.
Números, números y más números. Mi cerebro trabajaba a la velocidad de la luz sin parar y necesitaba urgentemente una buena dosis de cafeína para poder seguir, por lo que fui hasta una pequeña cocina que hay en nuestra planta para el uso del personal que aquí trabaja, lo que nos ahorra el tiempo de tener que salir en busca de comida.
Preparaba un café expresso cuando escuché una voz detrás de mí:
-Yo quiero uno también preciosa.
-¡Frank! Me asustaste.
-Aguantando al hijo del jefe de la mejor manera posible.
-Mmm...creí que estarías babeando por ese modelito.
-Y ahí está el punto por el que siempre dices estupideces.
-¡Hey! Yo sólo digo lo que escucho por los pasillos, todas hablan de él.
-Pues yo soy diferente.
-Lo sé, Lex.- Dijo con una pequeña sonrisa en su rostro.
Detrás nuestro alguien se aclaraba la garganta.
-Disculpen, que interrumpa el tierno momento pero esos papeles no se verán solos y mi tiempo vale mucho.
-Enseguida Sr. Turner.
Sin más se fue lanzando una mirada venenosa a Frank.
-¿Qué demonios has hecho para que te trate así? Todas dicen que es un "encanto", no veo la razón por la que no sería así contigo.
-No es nada.
-Lex....
-Está bien, está bien. Su hija me abrazó ayer y yo la aparté bruscamente.
-Te metiste en un buen lío.
-Sabes como me afectan los niños Frank.
-Sí preciosa, pero no te preocupes. Ya se le pasará, sólo que te metiste con su hija....
-Oh sí, claro, seguro. Hice llorar a su hija y pedí a gritos que me la quitarán de encima, seguro se le pasará.
-Bueno desde ese punto de vista.....Tú has tu trabajo, no dejes que el hijo del jefe te afecte.
-Lo intentaré.
-¿Almorzamos juntos?
-Seguro.¿Y Jack?
-Almorzará con nosotros.
-Perfecto.
-Nos vemos luego, preciosa.
-Ya deja de llamarme así.
-Ya quisieras preciosa.
Soltando un bufido volví a mi tarea, sintiendo la mirada asesina de Mark desde la oficina de enfrente. ¿¡Por qué rayos no habían cortinas!?
Me esmeré por no cometer ni un error, no quería escuchar su voz quejándose nuevamente. Luego de dos horas sin parar mi mejor amiga llamó.
-Hola Mel.
-Ahora si contestas. ¿Dónde demonios te metiste ayer que no contestabas tu teléfono?
-No fue un buen día.
-Ya veo, conociéndote te habrás emborrachado.
-Me conoces bien.
-¿Te parece que nos veamos hoy?
-Perfecto, te aviso cuando termine.
-Genial, no te quedes hasta tarde.
-Todo depende de mi nuevo jefecito.
-Mmmm ya me contaras de ese jefecito.
-Nada bueno, te lo aseguro.
-Sí, sí lo que digas. Te veo después.
-Adiós.
Dejé todo a medio terminar para ir a almorzar cuando llegaba la hora del mediodía. Me reuní en la mesa con Jack y Frank.
-Hola, Lex.¿Cómo va el segundo día?- Preguntó Jack.
-Como el infierno con el jefe pero me gusta mi trabajo.
-¿Con el jefe?
-Sí, con Mark Turner.
-¿Y dices que un infierno?
-Sí, un infierno.
-Si que eres rara.
-Ya lo verás con tus propios ojos
-Lexie dice la verdad, hoy mismo vi como le hablaba, como si la rechazara, no le da respiro.
-Eso si es raro.
-Mmm no lo es, ayer tuve un problema con su hija. Sabes que no se me dan bien los niños.
-Ya veo...Lexie, no dejes que ese hombre te arruine, cualquier tipo de problema que tengas o sientas que abusa de su poder me avisas ¿está claro?
-Tranquilo papá, se cuidarme muy bien, pero te mantendré al tanto.
-Lo digo porque te quiero.
-Lo sé.
-Bueno pueden dejar las palabritas de amor y comer en paz.- Dijo Frank exasperado.
-Búscate una chica Frank y deja al resto en paz.
-Pronto la tendré...Pronto.
Ambos lograron mejorar mi humor durante el almuerzo, este par era un salvavidas que cada vez que podía estaba dispuesta a agarrar para no ahogarme en la desesperación.
Luego de almorzar volví a los malditos papeles de Mark, fui muy detallista y cuidadosa. Revisé todo dos veces y cuando ya estuve segura me acerqué a su oficina.
-Adelante.
-Sr. Turner le traigo los papeles que me pidió.
-Ya era hora.- Conté hasta diez para no lanzar una lista de insultos.
-Disculpe la demora.
-Está bien, los revisaré.
-De acuerdo, si ve algún error avíseme. Con permiso me retiro, que tenga una buena noche.
-¿Perdón?¿A dónde piensa que va?
-Bueno... ya terminé los papeles y es mi horario de salida.
-Creo que no está en condiciones de decidir nada.
-Disculpe Sr. pero tengo un contrato, en el cual está estipulado mi horario de entrada y de salida. Mi retraso de esta mañana ya lo he compensado y me esmeré haciendo estos papeles. Lamento lo sucedido ayer con su hija, pero no voy a tolerar tal maltrato por su parte. Ahora sí, hasta mañana Sr. Turner.
Sin más me fui de su oficina dejándolo con la boca abierta y la palabra en la boca, no quería escucharlo, estoy harta de este hombre insufrible me desespera lo calculador que está siendo conmigo y su abuso hacia mí. Sé que no tuve una buena acción con su hija, pero él no me conoce y no sabe por qué reaccione así.
Frustrada tomé mis cosas y salí de la empresa. Me subí a un taxi y marqué el número de mi mejor amiga.
-Mel, acabo de salir de la empresa. ¿Paso por tu casa?
-Perfecto, ya casi estoy lista. Encontré un nuevo lugar de comida cerca de casa, te encantará.
-Genial, muero de hambre. En diez minutos estoy.
-Te espero.
-Hasta luego.
Durante el trayecto en el auto traté de relajarme, despejar mi mente, enfocarme en las frías y mojadas calles de Londres, este lugar se asemeja a como me siento por dentro, fría, ni un poco de calor brota en mi interior, esa sensación se fue de mí y dudo volver a encontrarla. Por otro lado, descubrí que no estoy del todo muerta por dentro, Mark Turner hizo que sacara mi parte fuerte, mi sangre caliente.
Apenas toqué el timbre se abalanzó sobre mí para abrazarme.
-Al fin mujer, te he extrañado.
-Sólo fueron tres días Mel, no exageres.
-Para mí ha sido una eternidad.
-Bueno, ¿ya estás lista?
-Sí, vamos yo también estoy hambrienta.
El lugar resultó perfecto, acogedor, no muy grande, con una luz tenue que hacía al ambiente más cálido, y el menú hacía a mi estómago rugir. Elegí unos rolls de pollo con una ensalada caesar y Mel un plato de sushi, su favorito.
-Bueno...vamos cuéntamelo todo.
-Mmm veamos, mi fin de semana fue normal películas, limpieza y correr. El lunes había empezado perfecto, me dieron una muy linda oficina, el trabajo no fue agotador pero al salir mi jefe me presentó a su hijo...
-Ese que llamas jefecito.
-Ese mismo, el hombre es perfecto es todo un modelo, el problema es que tiene hija...
-Oh Lex....¿y qué pasó?
-La niña estuvo ayer y me abrazó.
-Lex...¿qué hiciste?
-La saqué a los gritos.
-Lo supuse, ¿qué dijo el padre?
-Pues imagina, el hombre me odia.
-¿Y hoy que tal estuvo contigo?
-Quería hacerme trabajar hasta más tarde, tuve que darle un buen sermón para poder salir.
-Esa es mi amiga, demuestra tu fortaleza.
-Pues sabes que así soy, no voy a dejar que nadie me pase por encima. Este hombre llega a desesperarme.¿Que tal tú?
-Yo enfocada en mi arte, trabajo en una nueva obra con la escuela, sé que no te gustan los niños pero hice algo especial y quiero que lo veas. ¿Podrías ir el próximo fin de semana a la escuela?
-Mel....
-Por favor, por favor, por favor...
-Ya basta está bien, no sigas.
-Gracias, eres la mejor, te gustará.
-Eso espero.
Tuvimos una agradable noche juntas siempre lo pasaba bien con ella, no nos quedamos hasta muy tarde ya que mañana es día laboral y no puedo arriesgarme a llegar tarde nuevamente.
Al llegar a casa me di un relajante baño y me acosté, me sentía tan agotada que caí rendida en un profundo sueño, un sueño interrumpido por ojos azules.
ayy por dios son tremendos estos dos , entiendo perfectamente a los 2, pero tienen que hablar y decirse toda la verdad , no pueden estar siempre peleando.
ResponderBorrarque caracter que tiene Mark!! jajaja
me encantan como Jack y Frank cuidan de Lexie. <3
me encanto barbie.
como siempre muy intrigada.
besos enormes
a que Melissa es la maestra de Bel y Lexie y Mark se encuentran en el acto!! jaja
BorrarLos dos con un carácter tremendo!!! Van a chocar mucho y más con lo tercos que son. Jack y Frank son los amigos perfectos para ella y lo que necesita en estos momentos.
BorrarTenes buen futuro como adivina jaja ya te habrás dado cuenta por qué.
Un beso Sol, gracias por leer.
jaja me imagine , Barbie me dejas intrigadisima :)
BorrarEsto aqui oficialmente se llama SPOILER y debería ser penado por la ley hahaha
Borrarperdon Barbi, prometo no usar mis dotes de adivina jajja
BorrarHan empezado con muy mal pie, y como no se hablen para aclarar las cosas creo que el jefecito la va hacer la vida imposible.
ResponderBorrarSobre todo porque esa niña es un encanto.
Tiene suerte de tener a Frank y Jack para cuidar de ella.
Haber que tal lo pasa en el colegio con su amiga Melissa.
Me ha gustado mucho, un abrazo.
Las cosas no avanzan y tampoco mejoran entre Mark y Lexie, pero uno de los dos tendrá que dar el pie para que puedan entenderse. Isabel es una niña divina e imposible de no querer, tiene una personalidad muy linda y pícara.
BorrarFrank, Jack y Melissa son los que mantienen estable a Lexie, son de los verdaderos amigos.
Me alegro de que te guste.
Gracias por leer y comentar.
Un beso grande!
Como me gusta Mark... Para mí, las mejores historias de amor no empiezan con un "felices para siempre". Y esta es una de ellas, en las que vemos como el amor entre Lexie y Mark irá floreciendo poco a poco.
ResponderBorrarEspero con ansias que Mark sepa toda la verdad sobre ella. Geacias por compartir tu historia con nosotros.
Un beso preciosa
Me pasa lo mismo, lo hace más realista el hecho de que el amor y la felicidad no llegan a la primera, todo se va construyendo.
ResponderBorrarMe alegra que te guste y para mí es un placer saber que la leen y lo que opinan.
Gracias por leer!
Un beso grande
Va viento en popa tu historia y ya espero el nuevo capitulo con ansias...
ResponderBorrarbesos tocaya, te felicito :D y dile a Sol que no me spoilee haha
Gracias por leer Barbi!
ResponderBorrarSol es buena adivina, se mete en mi cabeza jaja.
Me alegra que te haya gustado!
Un beso grande
:O realmente excelente el cap no he comentado los anteriores pero a partir de este los comentare.... exitos ecelente cap
ResponderBorrarMuchísimas gracias por leer y comentar!
BorrarMe pone muy contenta que te guste la historia.
Un beso grande, hasta el lunes.